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XII PRESENTACIÓN de su vida en aquellas apartadas regiones. donde ha pasado la ma– yor parte de ella y también lo mejor de sus años. Pero, sobre todo, tengo que hacer mención muy señalada de los libros que tiene ya publicados. El primero, en mérito y en nr– den cronológico, es sin duda alguna el Diccionario guarao-cspmzol, espaiiol-guarao (Caracas, 1957, 276 pp.). En él ha recogido un total de más de 5.140 palabras, sin contar las derivadas, que son mu– chas, al igual que las frases y modismos. Y a ese trabajo linguístico, de inapreciable valor, siguió este otro: Guarao Guarata: Lo que cuentan los indios guaraos (Caracas, 1960, XXIV-351 pp.). Su con– tenido viene a ser reflejo perfecto e íntimo del alma guaraúna, vista a través de sus leyendas, cuentos, mitos y tradiciones. En ese mis– mo año dio a la publicidad un tercero: Catecismo católito bilingüe, en lengua guarao y castellana (Caracas, 1960, 180 pp.), libro suma– mente útil y práctico para la enseñanza religiosa de los indios del Delta Amacuro, al igual que el siguiente, también del m:ismo: Karata guarakitane naminaki (Aprendamos a leer). Cartilla guarao– castcllana (Carac;as, 1961, 111 pp.). Y a propósito de estas obras, permítaseme una corta digresión. Tengo a la vista, al redactar estas cuartillas, un breve estudio de Alberto Méndez Arocha: Vocabulario básico de la lengua warrau (guarao, guarazíno), publicado hace algunos años en la revista An– tropológica, de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, de Ca– racas. Se recoge en él la bibliografía sobre la lengua guaraúna, y puedo afirmar, sin temor a ser desmentido, que las dos principales obras, no sólo básicas sino de importancia, de valor positivo, son, sin género de duda, el: Ensayo grnmatical clC'l Dialecto de los in– dios guaraúnos (Caracas, 1928, XIII-423 pp.), debido al P. Bonifa– cio M." de Olea, capuchino y misionero que fue también en el Delta Amacuro, y el expresado Diccionario del P. Barra1. Y puedo afia– dir que, según mis informes, el P. Enrique de Langayo, misionero igualmente en esa misma región, comenzará a publicar en los pri– meros meses de 1964 una nueva Gramática de la lengua guaraúna, y que tiene ya ultimada una edición bilingüe, guarao y castellano, de los Evangelios. Hecha esta digresión que viene muy a mano, diré que así los méritos contraídos por el P. Basilio en su apostolado como los al– canzados con esas notables publicaciones, le han valido el que el Consejo Superior de Misiones, dependiente del Ministerio espafiol de Asuntos Exteriores, le concediese <<el diploma y la Venera de Mi– sionero Benemérito)), otorgado el l.º de abril del año 1963. Y justa– mente se le ha concedido «por la excepcional tarea misionera y cien– tífica por V. desarrollada-como en el documento se dice-durante más de treinta años al servicio de Dios, honra de España y provecho de Venezuela)).

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