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LOS INDIOS GUARAUNOS Y SU CANCIONERO 81 por tres veces las maracas hacia el cielo con el consabido grito li– túrgico: Yée, yée, i-yée. Luego comienza el segundo canto en la misma forma; y des– pués el tercero, el cuarto, el quinto, etc. Al finalizar el último de la serie y retirarse las mujeres y niños. se divide el coro en dos mitades, las cuales quedan frente por fren– te mientras se representan las escenas, turnándose en los cantos que acompañan con las maracas y el golpe del pie, pero sin circular. Los cantos son cortitos y suelen tener dos partes: una que can– tan todos, parados y marcando el ritmo con golpes del pie derecho y de la maraca; otra, que cantan al ponerse el coro en movimiento. Todos estos cantos del Jabi Sanuka pertenecen al género de los ensalmes u oraciones cantadas. Su música es siempre severa, con cierto tinte de misterio y un sabor a vetustez o cosa añeja, y nunca pierden su ritmo, más o me– nos pausado, de marcha procesional. Los guaraos les llaman ka iclamotuma a-rokotu, que quiere de– cir cánticos de nuestros antepasados; ka idamotuma ebegüitu gua– ranae, allá en los tiempos remotos los contaban nuestros padres. En cambio, al otro género de música (llamémosla profana) en que el folklore guarao es tan frondoso como sus selvas, le llaman nebu-mare a-rokotu, canciones de la juventud alegre, y también kasiri a-rokotu, cantos de los casiris; guarabo a-rokotu, cantos de los guarapos; jobi a-rokotu, canciones de las bacanales. O sea, los que cantan en sus fiestas profanas, las cuales se reducen, en último término, a bacanales. Otro dato, en abono del carácter teúrgico de esta música. es el siguiente. Cuando yo llegaba a una ranchería en plan de espigador del folklore indígena y les manifestaba mi deseo de oírlos cantar, en seguida llamaban a las ibomas (mujeres jóvenes sin hijos), las cuales, sin oponer la menor dificultad, comenzaban a cantar todo cuanto sabían o que yo les indicaba. Pero al decirles que deseaba oír los cantos de Jabi Sanuka, ellas se retiraban, diciéndome: Dima, tai idamotuma a jojo, oko guaranajcz, Padre, esas canciones pertenecen a las danzas de los ancianos, nosotras no las cantamos. Se reunían entonces los varones, jóvenes o ancianos, y comenzaban ellos a cantar. Las letras del Jabi Sanuka son cortitas y casi ininteligibles. Por lo que he podido observar, estas letras del Jabi Sanuka, lo mismo que las de los ensalmes, oraciones o cantos del teurgo, no siempre son, como muchos afirman, palabras vacías de sentido, ni tampoco vocablos tomados de lenguas extrañas, usadas por los teurgos y magos (piaches) para hacerse más misteriosos a los indios.

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