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78 P. BASILIO M. DE BARRAL Y mientras las pintan del modo dicho, el canto ritual es éste: NÚMERO 12 .. 11 .P. ye, i - ye! Na i - ka - ni - ai. Ji 1 J Na i - ka - ni - ai; ni - a - i - ka - ni - ai. .. t. 'l Jl I f. Na- i- ka- ni- ai, ni - a - i - ka - ni - ai. ilai! Na i - ka - ni i Ye, no - ta - ye, Nai-kaniai, niai kaniai ; nai kaniai. niai kaniai. ¡ Yai! Nai kaniai, nai kani ¡ ye ! ¡Nota-yé! J~ 1 J. 11 ye i- ye, ye.... ! Ya lavadas y pintadas las maraquitas del modo referido, y aco– modado a cada una su correspondiente palito o mango, las van col– gando ordenadamente en uno de los ángulos del santuario o casa del Jebu, donde quedan hasta la puesta del sol, hora en que vuel– ven a recogerlas para el baile de la noche. Para este acto de la recogida de los Jabi Sanuka cada indio lleva su banderita o alguna rama en las manos en señal de alegría, or– ganizándose desde el santuario hasta la ranchería una especie de pro– cesión, durante la cual vienen salmodiando y cantando de trecho en trecho sus oraciones tradicionales, al compás de las maraquitas recién lavadas y' santificadas. Todo cuanto llevamos dicho no es más que una preparación re– mota para las danzas, en cuya descripción vamos a entrar de lleno. Y para su mejor estudio distinguiremos en ellas dos partes: introducción al juego escénico y desarrollo del mismo.

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