BCCCAP00000000000000000000484

Lo Cuentan Los Indios Guaraúnos -¡Oh, Jaburi, Jaburi_ hijo mío! ¿, Quién te ha perver– tido'? Tú antes no eras así... ¡Hijo mío, J aburi l. .. .laburi dijo a su madre: -Madre, voy a fa'bricar una curiara grande y fuerte y nos vamos de la casa de Guauta. -Hijo mío, le dijo la madre. Ifaz la ruriara. Pero cucha antes de labios, de tn madre la verdadera histm·ia lo que ha pasado: Tu padre era un excelente pescador de morocoto, pero lo tragó JAJUBA cuando estaba pescando. Al faltarnos tu padre, nosotras hui.mos de trayéndoos a vosotros que erais pequeñines, y llegamos a la casa de Guaula. (;uauta nos mandó un día a buscar yul"a al conuco, quedando mientras tanto vosotros a su cuidado. Cuando regresamos por la tarde, os encontramos crecidos y hechos unos hombres. ¿ Cómo sucedió est·o? No lo sabemos. Sería que os es– tiró Gnmita, como os dijeron los "Perros de Agua". Jaburi se puso a fahricar una. enriara, que salió estu– penda. Mas la había hecho de barro; por lo que al día siguien– te había desaparecido con el agua de la marea. Modelú entonces otra con cera negra. La niri ara un portento; mas al otro día amaneció destrozada. Labró una de corteza de cachicamo. Fue a verla por la mañana, encontrándola en perfecto estado. Fué a verla al otro día y también la encontró bien. Se hizo luego los canaletes; y al amanecer. muy de mañana, se dispusieron a partir. Guauta se marchó enojada. Pero antes halJló con horcones del rancho, con las hojas de palma del tc>cho y ta-– biques, y con el loro (16); y les dijo: ----Cuando Jaburi salga, dadme aviso. l\/[ar{'hÓ Guauta y al poco rato se Pnbarcó .lalmri. 116) No existe ranchería en qué no b¡¡ya algún loro. fl.•- GUARAO -±9

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz