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Lo que Cuentan Los Indios Guaraúnos La noticia del embarazo llegó a oídos del Gobernador, el cual mandó llamar a la joven y le dij o: -Bien veo lo que está pasando ... ¿Quién es el que te ha hecho eso .. ? -Yo no sé -contestó ella. Mandó el jefe reunir a todos los varones de la ranchería; y teniéndolos reunidos, les dijo enojado: -Os he reunido aquí para saber quién de vosotros ha dado hijo a mi hija ... Los indios haj aron la caheza y nadie respondió. Entonces mandó el jefe aparejar el caballo; y a la mu– chacha, con un pañizuelo en la cabeza y una piedra en la mano, la hizo sentar delante de la puerta de su rancho. Ordenó después que, uno por uno, todos aquellos hom– bres fueran desfilando por delante de la muchacha, montados en el caballo El jefe discurría así: "Aquél a quien la muchacha acierte con la piedra, ése es quien hizo la "niñería". Mas la piedra no acertó a ninguno. Joasoro estaba allí sentado sohre su barrilito, cuando pre– guntó el jefe: -¡. Han pasado todos? -Sí, han pasado, señor. No queda más que el renco que está ahí sentado. -¡ Pues que salga también el renco! El pobre renco sollozaba y decía: -Yo no hice nada... La embarazada lloraba también de rabia y decía: -¡Caramba!, ¡ señor! ¡ Con un patituerto como ése iba yo a meterme .. ! -Pues aunque patituerto y todo -insistió pase también. ¡ Al caballo .. ! Y él mismo lo montó sobre el caballo. 344 que