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Lo que Cuentan Los Indios Guaraúnos Los indios no se calmaron. Les afearon más su proceder y los llenaron de insultos. -¡Ah! dijeron los firasteros-. ¿De suerte que nos mal– tratáis así, a pesar de haber obtenido1 el beneplácito del Fiscal 7 ¡ Pues sabed que nos vamos a querellar ante el Kobenajoro (Go– bernaddr) ! Al oirlos hablar de aquella forma, los indios de la ran– chería los amarraron con un fuerte mecate; y colgándolos de una de las vigas del techo, los apalearon severamente. Cuando los indios se vieron libres, fueron a denunciar el caso al K.obenajoro, quien al punto mandó a unos criollos que le llevasen presos al Fiscal y a todos los varones de la ranchería; como así lo hicieron los criollÓs, llevándose presos a los indios, y dejando en la ranchería nada más que a las mujeres y niñas. Apenas habían salido los indios, cuando he ahí que una banda de mujeres criollas se presentaron también en la ran– chería y comenzaron a insultar y maltratar a las indias. La mujer del Fiscal, que era GUISIRATU (sacerdotisa), permanecía callada•, viendo el alboroto de las criollas y escuchan– do sus insultos. Pero cuando, después de un buen rato y puesta de pie, les dijo: ¡Ka kubakotu dihana!" ("¡Matadnos ya de una vez!"), las cri'ollas quedaron paralizadas de todo su cuerpo y tie– sas, sin poder moverse. Entonces las indias huyeron a esconderse en el monte; quedando con las criollas solamente la "Fiscalesa", que como e– ra GUISIRATU, no tenía miedo ... Cuando las indias estuvieron en lugar seguro, la Fiscale– sa les devolvió el movimiento y la salud a las criollas y las man– dó para sus casas. Después se fue a buscar a las indias fugitivas, trayéndolas para ]a ranchería. Pero mientras la Fiscalesa andaba por la montaña reu– niendo a las indias, regresaron las criollas a la ranchería, lle– nando los ranchos de escopetas cargadas, con la intención avie– sa de que al ser recogidas por las indias, se disparasen, ma– túndose unas a otras. Mas como las indias no eran tontas y com- prendieron el ardid, recogieron las armas con mucl10 cuidado y las depositaron en lugar seguro. 334