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Lo que Cuentan Los Indios Gua1·aúnos 3. --LUCHA DE RAZAS. Fue transcrita por el P. Alvaro de Espinosa. Una v1eJa que nvrn con dos nieticos y una nieta moza, salía todos los días al monte a buscar colmenas. Yendo cierto día los cuatro hacia el bosque, se encontra– ron con los indios que venían también de buscar miel; y a1 ver a la muchacha, que era bonita, dijeron a la vieja: -Natn, ji natoro ka-mo orimojo oakitane. "Abuela, déja– nos tu nieta para casarnos con ella". -"Ekida -replicó la vieja malhumorada-; ma natoro moa– naja". "¡Ca! Mi nietica no se la entrego a nadie". Los hombres fueron siguiéndolas sin desanimarse; pues comprendieron que si la vieja no les entregaba la muchacha, e– ra porque también ella tenía ganas de casarse ... Ya internados en la selva, volvieron a decirle: -Natu, ji na.toro ka moakore, ji arakate ka t.ira tane oa– kitía. "Oye, abuela. Si nos entregas la muchacha, nos casare– mos también contigo ..." La vieja entonces consintió en que se casaran con su nieta y ella misma se fue también como esposa de uno de ellos. Los maridos les fueron a buscar panales y moriche; y por la noche regresaron a su ranchería. Mas al enterarse los indios de lo ocurrido, mandaron lla– mar a los maridos de abuela y nieta y les preguntaron: -¿Cómo os habéis atrevido a casaros con esas mujeres. sin permiso de los indios'! -Hermanos -contestaron aquéllo~-, porque veníamos de muy lejos y las encontramos solas en la montaña. Por eso nos casamos. Pero se lo diremos al Fiscat si os parece.