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Lo que Cuentan Los Indios Guaraúnos -El Tigre de Dos Cabezas ha matado a mi hermano. El indio muerto tenía en su casa un hermoso perro, llamado JABI BEJOROIDA o "Perranco del Cascabel". El perranco oyó la conversación de los indios y entendió todas sus palabras. Al enterarse de la muerte de su amo, hacía esfuerzos por desprenderse de la cadena y lloraba lo mismo que una persona: "¡ Jiiiii ! ¡Jiiiii ! ¡Jiiiii !" Decíanle los indios para calmarlo: -Ten calma, Jabi Bejoroida, reprime tus ímpetus. Te daremos a Enanito Ne gro por compañero de armas en tu lu– cha contra Tobe Kua-Mana, "El Tigre Bicéfalo". Enanito Negro era valeroso; pero tan chiquitico, que po– día esconderse debajo de una totuma sin que lo vieran. Los indios buscaron un chinchorrito para Enanito Negro y lo colgaron del cuello de J abi Bejoroida . .. Cogió Enanito Negro su bu,ari-kabe o cuchilio, hecho con el trozo de un machete, y acostándose en el chinchorro que lle– vaba Jabi Bejoroidci colgado de su cuello, se fué con éste a com– batir al "Tigre de dos Cabezas''. El perranco Bejoroida iba caminando lo mismo que un caballo, y el chinchorrito en que iba el ENANO, se iba me– ciendo al ritmo del trote: ''Traque, traque, traque'·'. Un poco después apretó más el paso y atravesarán las dos primeras sabanas, entrando en la tercera. Pero Bejoroida cada vez corría más, por el ansia que tenía de encontrarse con el "Tigre Bicéfalo". -¡Bejoroida, pardiez! -le gritó el ENANO-. No corras tán– to, porque me voy a caer. El perro aminoró la marcha; y desde aquí ya procuró ir más despacio en una especie de trote. Asi= "Trae-trae, trae– trae . .. " Al aproximarse a la ranchería vieja, dijo el Enanito Ne– qrn a J abi Beioroida: -j J abi Bejoroida, descansa un poco! 329

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