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Lo que Cuentan Los Indios Guaraúnos -Coge y come, mi nietico. Son frutas de moriche. El nieto al ver aquello, lo arrojó con asco, diciendo pa– ra sí: "¡Mi abuela se ha vuelto loca ... !". Entonces la vieja probó, convenciendose, al cabo, de que la fruta de moriche sale de una palmera y no de la parte fisioló– gica menos honorable de njngún tapir. Supo además que a veces puede ser un muchacho de po– cos años más cuerdo y menos loco que una vieja inmemorial .. 7ª -BUEN PELUQUERO. Fué un indio de paseo a una ranchería donde los jóvenes tenían el cabello muy bien cortado. Y deseando cortúrselo él de aquella forma, dijo a uno. -Me gusta, cuñado, la manera que teneis de cortaros el -Pues si tú deseas aprender, yo mismo te enseñnré. I\ili– ra. Lo primero que se hace es coger una hazuela y, poqu;,to a poco, dando suaves golpes en la cabeza, se va desprendiendo el cuero cabelludo, quedando la cabeza peladita y lisa como a ti te gusta. -Yo deseo que me peles de esa forma; pues así el cabello tardará más en crecer. -Sientate, cuñado-le dijo el peluquero-, y espera mien– tras me traen la hachuela. Le trajeron la hachuela y comenzó su trabajo el peluquero, golpeándolo suavemente en la cabeza y desollándola poquito a poco, hasta dejarla monda como una calavera. Al terminar, le dijo: -¡Um júr, cuñado, ¡no te ha quedado ni un cabello! Aho ra vas a estar despreocupado, pues tardarás en necesitar pelu– quero ... 302

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