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Lo que Cuentan Los Indios Guaraúnoc; 4~ -EL LORO INSOLENTE. Existen tribus entre los guaraos, cuya principal ba– se de alimentación la constituye la carne de loro. Tales son los célebres "COMELOROS", que habitan en la par– te fronteriza comprendida entre los ríos Arnacuro y Ba– rima, que pasan también sus temporadas en la región del Toco, hacia las cabeceras del Cuyubini. El procedimiento empleado por ellos para la cace– ría del loro es el del reclamo, a base del escondite o NA– MU que construyen en la copa de alguna palmera, pre– ferentemente la manaca, a las que acuden más dichas aves. EL NAMU -consiste en una especie de caseta o mi– núsculo cobertizo, dentro del cual se oculta el cazador con un loro reclamo, asegurado con una cuerdita y co– locado encima del cobertizo. El loro comienza a cantar y a su reclamo no ta1·dan en reunírsele otros compañeros, que el cazador va reco– giendo, sin más trabajo que alargar la mano. En el presente mito tratan los indios de explicar por qué motivo comenz&ron sus antepasados a c01ner carne de loro, costumbre que, según el cuento, tuVb por origen vengar las insolencias de los loros, quienes se pasaban todo el santo día burlándose de los guaraos. En los antiguos tiempos los loros no cantaban como aho– ra y los indios no comían su carne, porque aquéllos eran ami– gos de los guaraos. Pero después de muchos años comenzó uno de ellos a in– sultar a los indios, pasándose todo el día repitiendo en son de mofa: -¡Guarao!, ¡guarao!, ¡guarao! .. -¡Loro insolente! -le dijo un indio-. ¿Qué mal te hemos hecho para que te pases el dfa insultándonos con tu eterna can– ·:ilena "¡ guarao; ¡ guarao; ¡ guarao" .. ! 297