BCCCAP00000000000000000000484

Lo que Cuentan Los Indios Guaraúnos Mas al llegar y ver los ranchos de los indiús, se llevó un desengaño. Por lo que dijo al Jefe: --j Vaya casa de Jefe .. ! ¿ Esta es tu casa? El Jefe se puso serio y quedó callado. Mas al insistir el desconocido en sus burlas, le respondió sin alterars~: -Mira, tú quien seas: Bien sé que tienes cas¡ buena. Yo no la puedo tener mejor, pues aunque soy jefe, no dejo de ser indio, y los indios so11 todos poJ:)res (*). Pero tEn cuidado de burlarte por eso; pues aunque soy pobre, soy je:e y tengo un poder que tú no tienes, aunque sea mejor tu casa. Al oír la disputa, se dijeron los otros il-::dios: -Vamos) pues. a ver esa casa. Túnto la a]abanque de– l ;e ser un primor. Y fueron todos a ver la casa, a excepción del J,fe, que se quedó al cuidado de fa ranchería. Oso Palmero no hacía más que burlarse de tod,s ellos a causa de las casas miserc.1bles que tenían 1os indios. Ha~¡a que fastidiado uno de los presentes se encaró con él: -¡ Bueno, hombre! Ya sabemos que tu casa es bmm. y Jas nuestras pobres. Pero calla de una vez; porque si conünías insultándoncs, te descuartizaremos a ti y quemamos tu casa. --j Vaya, pobretes! -respondió despectivo, Oso Palme11-. Haced la prueba y vereis que nada podeis contra mi. En cambJ, yo sí que podré mataros a todos con sólo quererlo. Los indios regresaron a la ranchería; pero a medio can1- no dijeron algunos: -Hermanos, serfomos unos cobardes si fuéramos a nues. tras casas sin haber dado muerte a Oso Palmero. j Tenemos qm. yo}ver l -A nosotros nos parece que no será tan difícil matarlo -dijeron algunos-. Iremos bien de noche \ 7 ;xm rnucho c1.dda<lo pa:.·a que no se despierte y ¡zas .. ! t "' i Tienen los guaraos como cualidad racial el ser pobres. Hasta su Dios dicen que es pobre. 280

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz