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Lo que Cuentan Los Indios Gi.. 0 ar;1.únos --Mira, indio. Si yo me caigo al agua y oyes un ruido como el que hace una botella cuando se está llernmdo ele agua, es señal de que me estov ahogando. Cuando llegó al medio del río. el indio sacudió el bcj uco y b calavera se fue al agua. De pronto comenzó a oir un ruído así como el que hace una botella al llenarse de agua, y al mismo tiempo comenzaron a salir hormigas bravas. Eran todas señales de que la cafa.Yen1 se habfa ahogado. 6. -LAS PERIPECIAS DE UN CAZADOR DE ARAGUATOS. Incluímos este cuento en la presente secciún por ser eomo un apéndice dd precedente, una ,continuación de ],as peripecias df:'1 indio del araguato y de la cala V<' ra. Libre ya de la calavera que lo venía persiguiendo, siguió el indio monte adentro, cada vez más desorientado. Oyó un ruí– do que le pareció como si por allí cerca estuvieran sacando agua de un pozo. Se acercó al sitio, encotrándose con el hazañoso KURAKURA, que también era JOTO-MO, y se entretenía en sacar agua con un caldero. Sin que Jotomo lo viera. el indio le disparó una flecha sobre la nalga. Al sentir el flechazo~ Jotomo Kurakv.,rH dió m1 salto una palmada en el lu;1;ar del pinchazo, y dijo: --¡ Caramha con los tábanos! ¡ Cómo duelen sus picadu– ra:~'. ;Nunca creí que picaran tan fuerte .. ! El indio seguía cfü;parando flechas. KURAKURA, no sabiendo de dónde procedían, miraba para un lado y para o"' ro. 265