BCCCAP00000000000000000000484

Lo que Cuentan Los Indios Guaraúnos -Pues bien -dijo el indio-. Aunque esa mujer no m? gusta, ya que vosotros lo queréis, rne casc::ré con ella. Llamó a la india y se casaron. Durante los primeros días la india se esmeraba en tra– tar bien a sus hijastros; mas al poco tiempo se cansó de ellos y dij o a su marido: -Echa de casa a los dos muchachos. Dan mucho tra– bajo y sólo piensan en comer. El indio no le hizo caso. Insistió la india al día siguiente y el indio tampoco le hizo caso, como tampoco le hizo caso al otro día y al otro. Sin embargo, tánto porfió la mujer, que enojado el indio, cogió sus flechas y dijo a los muchachos: -Vámonos, hijos 5 al monte a cazar y distraernos. El muchacho, que era mayor que la niña, cogió una to– tuma de ceniza. Iba delante el padre, llevando a la mna de la mano; y el muchacho iba detrás, echando puñaditos de ceniza sobre las huellas de aquél. Atravesaron un bosque muy espeso y les dijo el indio: --Yo voy a flechar una pava. Esperadme aquí. Viendo que el padre no volvía, se dijeron los niños: -Nuestro padre ha querido abandonarnos en el mon- te por causa de la m.adrastra; pero nosotros sabremos salir siguiendo las señales de la ceniza. Por aquel rastro llegaron a la casa cuando ya estaba anocheciendo. Pero no se atrevieron a entrar; y se quedaron escondidos en un sitio desde donde veían lo que pasaba den– tro de la casa y oían todo lo que en ella se hablaha. Cuando se encontraban cenando padre y madrastra 1 a– c1uél se acordó de sus niños y exclamó sollozando: -¡ Ay! ¡ Pobres hijitos míos! Andarún pero.idos por e– sos montes, muriéndose de ha1nbre ... 1 ,.... ..) /u

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz