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Lo que Cuentan Los Indios Guaraúnos El indio se puso a cortar otra palmera• Mas al caer ésta, le dijo el niño: -Papá, la fécula se fué a ese otro moriche, córtalo. Cuando el indio cortaba el tercer moriche, Yolvió el ni– ño a avisarlo: -Papá, la fécula ha desaparecido de ahí. Vete ligero a ese otro moriche joven y túmbalo enseguida; de lo contrario, se marchará también. Fué corriendo el indio; tumbó la palm::i tró fécula en abundancia. y cncon- Aquel niño veía la fécula a trayés de la corteza y ma– dera de la palma, porque él era el espíritit de la fécula; y por eso tenía así de blanca la cabeza como es de 'blanca la fécula del moriche. Habiendo ido un día al morichal con su madre. se per- dió por la montaña, encontrándose con unas indias qne estaban recogiendo gusanos de moriche. Las indias al verlo tan hermoso ron consigo; pero como estaban tan ciarlo lo mancharon lastimosamente. tan blanco, lo lleva– al tratar de acal'l- Al encontrarlo después su madre y verlo así de man– chado, le dijo: -¿ Cómo estás así de manchado, hijo·: ;. Quién te ha pues– to así de negro? El niño, apenado, le contestó: -Madre, me llevaron unas mujeres indias y me mancha- ron la cabeza; por eso me voy a morir muy pronto. Regresaron a la ranchería y al día siguiente murió el niño. Cuando su madre lo vió muerto prorrumpió en llanto: -!Mi niño! !Mi niño! ¡, Quién se llevó a mi niño 1. .. Cn día, estando ella sacando f&cula en el morichal: se le apareció el niño y le dijo: 160