BCCCAP00000000000000000000484

Lo que Cuentan Los Indios Guaraúnos Al caer el palo de yuca, fue corriendo el indio y lo es– condió debajo de tierra para que no lo viese el loro. El loro buscó la yuca. Pero por más que buscó y más buscó no pudo dar con ella. A los tres días fue el indio a ver 1a yuca y Yió que ha•• bía arraigado y ya tenía brotes. Al desarrollarse la planta, pensó el indio: -La yuca ya está crecida; pero yo no sé qué es lo que · se come de ella: si las ojas, si el tallo, si las raíces. Hay que hacer la prueba. Desgajó unas hojas y al comerlas las encontró desabri– das y amargas. -Esto no sirve -se dijo, arrojándo lo que tenia en la bo- ca. Depués cortó un trozo del tallo y empezó a masticarlo. -Esto no es comestible, ¡ caramba l; pués es duro como otro palo cualquiera. Entonces tiró para arriba y arrancó el tubérculo. -¡Ah, ja ! -se dijo, a] fin, satisfecho-. Esto ya es otra co– sa. Esto sí parece comida. Le echó el diente y se comió un pedazo crudo. Pero al poco rato se sintió mal, y al día siguiente amaneció muy hin– chado. Entonces ralló uno de los tubérculos y asó la masa. Pe– ro tampoco le aprovechó, ya que seguía hinchándose al comer– la. Observando que la yuca contenía un jugo muy a111argo, se dijo: -¡Tate! El "yare" debe ser la causa de <1ue la yuca re– sulte dañina. Voy a exprimir bien la masa hasta que no quede nada de jugo. Le exprimió bien el yare y se comió la masa crud:.1. Pe– ro tampoco así le aprovechó. -A ver si asándola se puede comer. 155

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz