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Lo que Cuentan Los Indios Guaré"lúnos -¡Ma tira, ma guarotu! ¡M-omi ji 1ma kabatmié! ¡Iji guabae! ¡Guabakun-ine! ¡Akae... ! ¡Akae! ¡Akaeeeeee! "¡Es– posa mía• mi compañera! ¡A espaldas de mí te han degollado! ¡ Muerta estás! ¿ Por qué no me he de morir yo tamhién '? ¡Ay! i Ay! ¡ Ayyyyyyyyyyyyyyyy l...... ,. En 111.edio de su llanto fijó su vista en el agua de: caño, y v10 reflejada en elfo la fea cara del duende, que lo remeda– ba con muecas y contorsiones, haciendo burla ele él. Irritóse el indio al ver aquel vestiglo; y tomando con to– da rapidez su arco y una flecha. le disparó certer:c,mente. hi– riéndolo en una pierna. Las aguas del caño tiñéronse de sangre. EL JEBC DUENDE maldijo al indio y el indio se llenó de pánico por haber herido a un dv..ende. Desató su curiara, y embarcándose a toda prisa, fue a dar parte a la ranchería y a pedir auxilio a los piaches y a íos tutelares. Los indios convm1eron en trasladarse al cnüo de Naba– Sanuka con todos sus piaches y niaraoas sagradas, para erlte– rarse sobre el terreno, en qué situación se encontraba el d-uen– cle asesino. --Esta noche -dijo a los indios el piache mayor. que era también el jefe de la ranchería-, la pasaremos cantando al JE– BU y tocando la MARAKA, para que nos conceda el éxito en nuestra expedición ( *). Luego añadió: -Muy de madrugada, antes de que las siete cabrillas se traspongan, se emprenderá la marcha. Todos los indios va– rones. armados con sus lanzas y flechas. -::aldrán en sus curia- e 1 Este piache era güisiratu o ·'sacerdote". Le vemos dirigir. como mi– nistro del cult'o, las oraciones de los indios. "Pasaremos toda· la no– che cantando al JEBU y tocando la maraka par,t que nos conceda el éxito etc.". A la vista de esto, ;,quien pondrá en duda que los gua– raos sean religiosos? 146