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Lo que Cuentan Los Indios Guaraúnos Era tan bonita, que al verla Jokojiarotu quedó enamo– rado. Pero no pudo casarse con ella porque era una mujer de palo. ,, ? mia.... -Cómo haré - se dij o - para poder tenerla por mujer Pasó por allí un mono sabl.o y le dijo el "Due110 del sol": -Mono sabio, haz que este palo sea mujer paTa casar– me con ella. Pero el mono sabio no pudo hacerlo. ¡Era poco brujo ... ! Llamó entonces aljeje o pájaro picocarpinter'o": -Picocarpintero, haz que esta mujer de palo sea mu– jer de verdad para que pueda casarme con ella. El "picocarpintero" comenzó a dar picotazos en el palo y al llegar a cierto sitio 1 brotó repentinamente un chorro de sangre ( 1). Con ella se tiño la cabeza el "picocarpintero". Este llamó a la cidra ( simoku). la cual se tiño de pies a cabeza. Por eso es colorada (2). Llegó el guacamayo y se tiñó el pecho. Pero la sangre aquella ~enía la particularidad de cam- biar de colClr; de suerte que los s2 teñían del color de su mayor agrado. Al quedarse blanca como leche, vnneron las garzas y se tiñeron de blanco. Llegaron otras aves y se pintaron también de blanco como las garzas. Mas cuando la sangre se cuajó y pudrió, llegó el zamuro y se revolcó en ella, quedando desde entonces pintado de negro. El deseo de que este libro pueda caer, sin peligro, en manos de cual– quiera, aún de los niños, nos obliga a sacrificar la exactitud e in– tegridad del texto guaraúno en algunos episodios fuertes o expre– siones demasiado atrevidas o realista:,,i. Sabido es que el color de esta ave va cambiando con la edad, desde el blanco, q,ue ostenta cuando pichona, hasta el rojo sangre cuando ha llegado a su complefo desarrollo.
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