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Lo que Cuentan Los Indios Guaraúnos daulwjo, / esemoy jarijari y o·,,ros:, acompañados de nwrikí o maraca de baile (1). Se acercó Imanaidarotu al lugar de la música, que resul– tó ser la casa del otro piache, J okojiarotu, "El Dueño del Sol". J okojiarotu, '•Señor del Sol", tenía en lu mano la extre– midad de una cuerda larga, que llegaba desde el sol hasta su rancho; y cuando quería que hubiese luz, no hi:::cía más que ti– rar de la cuerda y aparecía el sol; pero si no tiraba, el sol per– manecía oculto, y era siempre de noche. Imanaidarotu, "Señor de la Noche", dijo a "Señor del Sol": -Cuñado, ) a estoy fastidiado de tanta obscuridad. Te daré una mujer si logras que sea día. Aceptado el contrato, J okojiarotu tiró de la cuerda y a– pareció el sol. Mas al cumplirse las seis horas. Yolvió a tirar de la cuer– da y volvió a ser de noche. -Cuñado -dijo al "Dueño del Sol'' el "Señor de la No– che"-, seis horas no son sino medio día. Te daré otra mujer ra que vuelva a salir el sol por otrlas seis horas. De ese tendremos doce horas de sol, que dan el día con1.pleto 1 2). J okojiarotu aceptó la propuesta; pero l1na1inidarntu no tenía otra mujer para cumplir su compromiso. ·-<: Qué hacer?-se dijo Irnancádarnttl. Después de pensarlo, cogió su machete y del tronco de un jobo talló el cuerpo de una mujer, que resultó sumamente hermosa (3) y que por haber sido hecha de :joboi ( usiru) deno– minó USIRUMANI. (lJ El lV.forikí es una maraquita hecha de n:iaterial de cestería. (2) Para los guaraos el día, q,ue denominan ya <sol), es sólo el tiempo que el sol permanece sobre el horizonte. f3 > Compárese este episodio con el similar que nos refiere la leyenda de Jaburi y Guauta pág. 164. 9.- GUARAO 97

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