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374 ALEJANDRO DE VILLALJ\IONTE pecado. Pero es el máximo impedimento para llegar a amar a Dios con amor puro. El egoísmo radical permanece oculto, pero activo, incluso cuando el hombre cul– tiva asiduamente la meditación religiosa discursiva. Según Escoto, el impulso primero de la voluntad humana no es un retorcerse sobre sí misma, amor a sí mismo (ajfectio commodi), ni desear su propia felicidad, sino un impulso a amar al sumo Bien. En la enseñanza escotista sobre la caridad es básica la afirmación de que la voluntad humana puede amar naturalmente a Dios. La caridad infosa perfrcciona la naturaleza, no la violenta. Pero si la voluntad natural– mente se amase a sí misma sobre rodas las cosas, más que a Dios, la caridad infosa vendría a retorcerla y violemarla 52 . Hemos cumplido la primera parte de nuestra tarea: mostrar la conexión que la doctrina de Escoto haya podido tener en el mulcisecular secular movimiento espiritual, religioso, ético del "amor puro". Hasta su azaroso final en el siglo XvII. Completamos nuestro estudio indicando las posibilidades que, la teología escotista de la caridad posee de cara a teología del futuro. V. Ltz mística del amorpuro ¿tema de nuestro tiempo? Cierto que no, si pensamos en la figura del amor puro dibujada en la polémica del siglo XVII. La polémica que sobre el tema mantuvieron Fenelón-Bossuer los comentaristas la califican de bastante turbia en su desarrollo histórico. Pero, sobre todo, el tema en sí salió malparado, tanto en manos de Fenelón como de Bossuet. Fenelón lo trató con torpeza al poner en él la base sus afirmaciones de marcado sabor y contenido quietista. Bossuet emprendió una tarea de acoso y derribo de la teoría feneloniana hasta lograr su desaprobación por el Magisterio de la Iglesia. Pero algún comentarista habla de la "victoria pírrica" de Bossuet. Ambos juncos desprestigiaban a la mística del amor puro, que había sido elevada a gran altura por Teresa de Jesús,Juan de la Cruz, Francisco de Sales. Y sin embargo se mueve. Porque, como puede observar el conocedor del tema, la importancia teológica permanente de la polémica sobre el "amor puro" deriva del modo diverso de concebir, cada uno de los contendientes, la esencia de la caridad. Pero el diverso concepto de caridad implica diversidad en el concepto 52 Lect., III, d. 27, q. un., n. 44; 48, (ed. Seor., XXI, 213). Cf. Oxon., III, d. 26. q. un., (ed. Vives, XV, 2676).

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