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358 ALEJANDRO DE VILLALMONTE ma más conocida, de amor de concupiscencia y amor de benevolencia En medio de ambos podría colocarse el "amor de amistad", concepto aceptado como básico para la explicación del concepto teológico de caridad. En la línea de "eros" habla Escoto de amor de concupiscencia, de conveniencia. Este tipo de amor sería sobrena– turalizado por la virtud de la esperanza. En la línea de "agápe" se pone el amor de justicia / orden, de benevolencia, de amistad, de complacencia, de liberalidad. Esta última designación es característica del Doctor Sutil (amor liberalis, libealitas). Y la más próxima al "Agápe" neotestamenrario. Tanto cuando habla del amor con que Dios se ama a sí mismo, como cuando habla del amor con que ama a los hombres. Y del amor con que el hombre ama a Dios y al prójimo. Al estudiar el tema sobre el objeto formal de la caridad, encuentra Escoto una opinión que afirma que, al objeto formal, a la esencia de la caridad pertenece el amar a Dios en cuanto es nuestra beatitud, no solamente por su absoluta, infinita bondad interna: Digo que para d hombre la razón total de amar a Dios es por que Él es d bien supre– mo del hombre. Dado, por imposible, que Dios no fuese el bien del hombre no habría r,1zón para amarle 21 • Escoto rechaza esta opinión. Mirando el tema desde Dios, dice: La recta razón dicta que al sumo Bien hay que amarlo por aquello que es la razón más profunda de su amabilidad. De lo contrario seria más amable por otro motivo más perfrcto. Pero, la razón más perfecta de la amabilidad de Dios no es cualquier rde– rencia a nosotros, por ejemplo, en cuanto es un bien para nosotros, o en cuanto es nuestra beatitud. Porque, en este caso, le amaríamos con amor de conveniencia; es decir, porque es un bien para nosotros, no porque sea un bien en sí. Y además, la recta razón dieta que al sumo Bien hay que amarle con amor de justicia; incluso aunque, por imposible, no fuese un bien para nosotros. Por tanto, amarlo por razón de su infinita bondad, no porque sea mi beatitud o la cuya 2 · 1 • Santo Tomás, Summa Theologi,ie, II-IP', q. 26, arr. 13, ad 3, (ed. Leonina, VIII, 223). Bossuec, en su polémica con Fenelón, se hacía fuerte en esca idea tomista. Ramírez desarrolla ampliamente esca tesis, fundamental en su obra sobre la caridad. Al rechazar la doctrina de Escoto sobre la caridad se basa en una aplicación rígida del concepto arisrotélico de amistad, al concepto teológico de caridad. En el cual, el amor de desinterés de sí mismo (amor puro) no tiene cabida. 2 ' El texto latino en Lect., III, d. 27, q. un., n. 15, (ed. Seor., XJG, 204). La vircud de la esperanza desea a Dios "en cuanto es un bien conveniente par el amante". La caridad "tiende al objeto por sí mismo, incluso aunque por imposible se prescinda de toda conveniencia al amanee".
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