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51 CRISTOCENTRISMO EN SAN BUENAVENTURA :n1 bien porque lo suponemos del todo manifiesto y que no ofrecía la no– vedad suficiente para el estudio que nos proponíamos hacer. 4.-En cambio hemos insistldo en otros aspectos del dogma que juzgarnos decisivos para poclt'r afirmar o negar una orientación crislo– céntrica de la teología: 1a doctrina sobre Dios Uno y Trino, la doc– trina sobre la creación y primer origen natural y sobrenatural de los ,Íngeles, hombres y universo entero. a).-En la doctrina <le Dios Uno y Trino, la orientación cristocén– trica se inicia tímidamente fil las "Cui'sfíones sobre el misterio de la Trinidad'' y luego encuentra una formulación breve, pero sugestiva y densa en el Itinerario. - Nunca, sin embargo, se pasó de una orien– tación "inicial": porque san Buenan,ntura indica los fundamentos bí– blicos de sus afirmaciones en forma muy sobria y sin rigor científico. Ni tampoco se detm-o a desarrollar la ,·irtualidad de los principios t'-' tablecidos. Pero fü indudable que se pone ya el problema para el que quiera replantearlo sobre nuevas bases y se abre un camino para la solución. b).---El orden de la creación natural y el primitivo orden de la so– brenaluraleza no lienen, en san Buenaventura, una ordenación esén– cialmente cristocéntrica. Por su posición infralapsaria en el moli\ o primario ele la encarnación se vió precisado a limitar el primado de Cristo al orden de la redención. - Jesucristo ya no podía aparecer ni aparece como causa eficiente, ejemplar y final de todo cuanto existe en el orden sobrenatural y en el orden mismo natural. Aquí nos parece enconlrar un "fallo importante.. del cristocentris– mo teológico de san Buenm·entura. La llamada ·'teoría escotista·· so– bre el Primado absoluto de Cristo, debería ser aquí el complemento necesario, inevitable para todo el que quiera mantener un cristocen– trismo teológico complelo, lógicamente articulado y que responda a las exigencias de las fuentes ele la revelación en este punto. --- Fna ex– plicación científica, teológica, del depósito revelado es siempre t' in– evitablem,ente más amplia que cualquiera de _las explicaciones que ofrece ningún teólogo en particular. San Buenaventura-su cristocen– trismo teológico- necesitaría ser completado, en un momento esen– cial, por la doctrina escotista del Primado de Cristo. En cambio, el misn10 Escoto creemos que no valoró suficientemente la afinnación

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