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J(,O A L E J A N D R O D E VILLALMONTE 40 de dogmática de la Iglesia" 72 • Si trata ampliamente la"teología de la Palabra", según la exigencia ele la dogmática protestante, es Cristo quien aparece en el punlo cenlral: Jesucrislo es la realidad objeti\·a de la revelación. La revelación de Dios consiste en que estc, IlomlJ1'<' es la Palabra de Dios en que El se revela lo que es y lo que quiere sn para nosotros 73 • Jesucristo es tambit:in la posibilidad objetiva, interna. de la revelación. Por el hecho de que se encarnó en Cristo llegarnos a la última razón de por qué Dios ¡wedé hablar 74 • Como buen cah-inis– la Karl Barlh da una importancia primordial a la doctrina de la pre– destinación '·la suma del Evangelio'·, como é,I dice 7 \ Pero toda la doc– trina de la predestinación apenas llega a ser otra cosa en Karl Barth sino la doctrina de la elección ele Cristo y de los hombres en él 7 ". To– da la doctrina trinitaria es eshidiada como una parte integrante de la respuesta sobre el problema de la Palabra de Dios; como "una parte de la cristología" 77 • Igualmente, para Barth no e8 posible hablar de una antropología cristiana sino en la medida y con la amplilud en que se ponga a Cristo como punto de partida 73 • Influenciado sin duela por Barth, H. Vogel es también terminante y claro en su actitud cristocéntrica: "En el problema de Cristo se nos preoenta el problema de Dios". Y esto por el hecho de que en r(,alidacl Dios nos encuentra a nosotros únicamente en Cristo... 1 'por eso, pn:'- 72. BARTH, K.: Die Kirchliche Dogmatik, Bd. I, 2, 6? Aufl. (Zürich, 1952) 135. 73. ,,Jesus Christus die objetive Wirklichkeit der Offenbarung», lo desarrolla en loe cit. pg. 1-28. 74. Jesucristo es también «die objetive Moglichkeit der Offenbarung», !bid. pg. 2f!5,;. - Cristo es también «el tiempo de Dios para nosotro», el tiempo de la Revela~ citn, pg. 50-133. 75. Kirch. Dogma ti/e. II /2 ( Zürich, 1948) 1-1100, sobre todo, pg. 1, 11. 76. La elección de Cristo, füi<l. pg. 101-214. Elección de la Comunidad de los «ele– ¡;idosn en Cristo, pg. 215 .. 3:rn. La doble predestinación, pg. 375-453, la orientación cris– tucéntrica se reitera casi en cada página. Una valoración católica de esta doctri.. na en URS vcm BALTIIASAR, H.: Karl Barth. Darstellung un<l Deutung seiner Theo– l< gie, Koln 1951, pg. 186. KüNG, H. Rcchtfcrtigung. Die Lehre Karl Bart/1s une/ eine katholische Besinnung, Einsicdcln, 1957, pg. 29ss. 77. B-\HTII, K.: Kirch. Dogm., 1/1, pg. 43, 179. 78. JlJicl. pg-. 131-135. -· P2r2. una exposición sistemática del pensa1niento de K. Iia11h véase URS V. BALTHASAR, al! rit. pg. 121-1'!7, sobre todo. Igualmcvte, JOAQUÍN de ENCINAS, O. F. M. Cap.: Visión Uristocéntrica del hombre, «Naturaleza y Gra– cia» 5 (1958) 33 81. El estudio resulta eltamcntc interesante por la comparación de la antropología cristoct;ntrica de Barth con la doctrina católira en este punto, sobre to– do partiend'.l d0l cristocentrismo efcotista, pe;s. 45-13 y 48-54, particularmente. Las po– sibles aplicaciones del cristocentrismo teológico de la sociología cristiana se estu– dian en la pg. 5liss.

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