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39 CRISTOCENTRISMO EN S,\N BUENAVENTURA 359 del Verbo era, en su fondo más íntimo, una lucha en lomo a Cristo. Si Alanasio defendía la diYinidad de la segunda persona, era princi– palmente para salYar el "Misterio de Cristo'": su persona y su ohra. Si Cristo no es Dios, entonces toda su obra y lodo el cristianismo adquie– ren un sentido totalmente distinto del que ofrece en el Nu<'\u Testamen– to 70 • Finalrn,ente, el pelagianismo nació en eYidente conexión históri– ca con el nestorianismo. Y los teólogos de t'rltonces ya percibieron la conex10n interna de ambas herejías: el modo nestoriano de enten– der (o en el caso, destruir) el misterio de Cristo, ya lleYaba corno con– secuencia la interpretación pelagiana, la destrucción del misterio ele la gracia y de la regeneración por Jesucristo 71 • En la edad media encontramos una orienlaei()n cristoc{ntrica de la teología en Roberto Grosseteste y fll san BuenaYentura, según ve– remos. Pero fue poco estimada esta orientación por la generalidad de los teólogos. Los protestantes, desde Lutero hasta nuestros días, han mantenido un intenso cristo.centrismo teolágico. Ayudados, sin duda, por el hecho de que apenas han culliYado y cultinm más que la lPo– logía bíblica, dentro de la cual es ineYilable reserrnr para Cristo el puesto Central. Siguiendo el pensamiento bíblico, Karl BAnnr ha mns– truído un grandioso sistema de teología prolestanle, todo {,] conscien– te y medularmcnte cristoc{ntrico en todas sus partes: "toda la d,ig– mática de la Iglesia debé téner un esencial sentido cristol<)gico. Si 110 se entiende la dogmática, fundamentalmente. como Cristología y no se quiere haef'r entender así, corre peligro de perder su mismo carácter 70. \,·tente a las doctrinas arrianas de un Lagos intermedio entre Dios y los hombres, Atanasia quiere asegurar ante todo a su «verdadero Salvador: Cómo el hombre puede decirse verdaderamente salvado, si el Salvador no era verdadero Dios? El hombre no pudo ser «divinizado» sino por uno que fuese Dios, por el Lagos con-' ¡;m,tancial al Padre: Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciese Dios. Ch·. ~stas ideas y los textos de Atanasia en CAYRÉ, F.: Patrologie et Histoire de la Tlzéo– lcgie, (Paris-Tournai-Rome, 1947) 1, 341-342. 71. La conexión la señala Casiano entre el error de Leporio sobre Cristo «home ~olitariusn y el Pelagianismo: «consequens enim existimaban!, ut si hamo solitarius Jesus Christus sine peccato fuisset, omnes quoque !lamines sine Dei ndjutorio esse possint, quidquid ille hamo solitarius sine eonsortio Dei esse potuisset)) De Incarna– tic,ne Christi, lib. 1, cap. 2; ML. tom. 50, col. 21-22; cfr. ibid., col. 18-22. No const3, sin embargo, que haya de identificarse el error de Nestorio con el de Leporio. La identi– ficnción sería una mixtificación tendenciosa de Casiano, cfr. AMANN, E.: [,'affaire Nestorius vue de Rome, en «Revue de Sciences Religieusesn 23 ( 1949) 5-37; 207-244; la pg. 228 ss. en particular.

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