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322 ALEJANDRO DE VILLALMONTE 2 Teología cristocéntrica Cuándo un sistema teológico pueda calificarse de crislocénlrico, no es razonable determinarlo a priori: cada sistemalizadón de la <loe tri– na revelada que se hace o intenta hacerse en lomo a la persona de Cristo, re\'iste sus matices peculiares. La misma grandeza <lel Miste– rio ele Cristo da margen para que la expresión humana del iVIisterio sea muy varia. Sin emlxu·go, un concepto aproximado de lo que significa el cristocentrismo teológico lo necesitarnos desde el principio, para ha– cernos entender cuando hablamos de este lema. lJn sislema teológico resulta crislocéntrico, cuando la persona de Cristo, Dios-Hombre, es puesta en el centro de la reflexión y de la in– ves ligación teológica. Es, decir, cuando toda la realidad (livina sobre• nalurai, de c1ue habla la Teo-logía, t'S estudiada en tomo a Jesucristo, \~erbo encarnado. La Deidad no se estudia inmediatamente en si mis– ma, sino en cuanto ella se nos quiere revelar por Jesuclislo y én Jesu– cristo: en la Realidad-Misión-Palabra de Jesús. En otros términos: una teología -sistema teológico- es cristocéntrica, cuando hace de Cristo el objeto formal de su estudio; o al menos nunca estudia su ob– jeto fonnal sino en referencia esencial a Jesucristo, Ri.mélacíón y Rece– lador del misterio de la Divinidad. Estos son los problemas que vamos a estudiar aquí, según la amplitud y base que nos den los textos bo– naventuri::mos. Todavía otra limitación en nuestro tema: la ciencia sagrada, en tiempo de san Buenaventura, comprendía, no sólo lo que nosotros lla– marnos por antonomasia la teología-la dogmática; sino también la moral y la teología espilitual. Cuando queremos estudiar aquí el cristocentrismo teológico de san Buenaventura, nos referimos continuamente a la teología dogm,1- tica. Porque estudiarlo en toda su amplitud desborda las posibilidades normales de un artículo. Por otra parte, el cristocentrismo de la vida religioso-sobrenatural cristiana, el cristocentrismo místico de san Bue• naventura, está más estudiado y es más: asequible con la simple lec– tura de sus obras. El pensamiento del seráfico Doctor lo expondremos siguiendo este orden: En primer lugar trataremos de \·cr hasta qué punto Jesucristo

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