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354 ALEJANDRO D E VILLALl\lONTE .34 La luz de la fe, que dirige la ciencia sagrada, viene de Cristo en cuanto es El el Camino: "pues Cristo, en cuanto Camino, es maestro y principio del conocimiento que nos üene de la fe. La fo puede fundar– se en una revelación directa, como sucedió a los profetas, o indirecta– mente sobre la autoridad, como nosotros nos fundamos sobre la auto– ridad de los apóstoles. Fln Lodo caso la fe se funda sobre Cristo. Por~ que c'lumdo se trata de una revelación inmediata, es Cristo quien vie– ne a la nwnte como luz que ilmnina a todos los profetas. No se puedt·, pues, llegar a un conocimiento cierto en la fe, sino en la medida en que Cristo viene a la mente y la ilumina 62 • Nuestra fe se funda sobre la autoridad. Pues bien, Cristo, con su wnida al mundo en carne mortal, aprobó con su propia autoridad las afirmaciones de los profetas según insinúa san Pablo a los Hebreos. Y luego también su autoridad garantiza la autoridad de los apóstoles. Así toda la Escritura está como autenticada por la autoridad de Cristo. El, como Te~tigo del Padre, comunica a los hagiógrafos del Antiguo v del Nuevo Testmnento toda la autoridad que tienen corno legados <le Dios: todos miran hacia CrL~lo, que con su venida en carne mortal, confirmó las afirmaciones <le todos ellos y las autenticó corno wrdad¿,. ras 63 • La razón ele por qué Cristo ha pcKlido constituirse en el "prin– cipal maestro y doctor" de la revelación sobrenatural, la indica tam 0 bién san Buenawntura: porque El es al mismo tiempo perfecto da– dor y perfedo comprensor 64 62. «Christus namque secundum quod via est magister et principium cognitionis r¡uae est per fidem ... Opse) est principium omnis revelationis secundum adventum sui m mentcm, et flrmamentum omnis auctoritatis secundum adventum sui in carnem ... \ienit autem in mentem ut lux revelativa omnium prophetalium visionum ... Ex r¡uo datur intelligi, r¡uod non potest perveniri ad certam fidei revelationem nisi per adven– tum Christi in mentem». Scrm. <<Christus unus omnium Magíster», nrs. 2-3 (V, 56flab l. 63. «Tola Scri¡,tura authentica pt eius praedicatores aspectum habent ad Chris– t11m venicntem in carnem tanr¡uam ad fundamentum totius fidei christianae... Ipse cr,im est fundamentum t0lius doctrinae autllcnticae, sive apostolicae sive propheti– cae, secundum utrnrnque Legen1, novam et veteren1... Patet igitur, Christun1 esse n1a~ gistrum cognitionis secundum fidem, et hoc, in r¡uantum est via, secundum duplicem advEntum ipsius, in mentem scilicet et in carnen])). Ibid. (V, 568b). 64. cFuit (Chri'.;tus) principalis legis!ator et simul perfectus viator et comprehen– sor; et ideo ipse solus est principalis magíster et doctor». Loe. cit. nr. 19; V, 572b. - La conciencia religiosa, humana de Cristo desempefia un papel de primer urden en le. función que Cristo ejerce de ((flevelador», de los misterios de Dios. As! lo ha pues– to de relieve lVíERSCH, E., La Theclogíe clu Corps J'dysti(JUC (París, 1949) I !llss. Y tan1- hiér: MASURE, E.: La psychologie de Jésus et le métaplzysique de l'Incarnation, , I,'Année Tlléologir¡ue», 9 (1948) 5-20; 129-144; 311-322.
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