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344 ALEJANDRO DE VILLALMONTE 24 ge nuestro estado de viadores y es necesario para salvarnos. Y así, so– bre el misterio del Hijo, aun en su vida íntima, tenemos rnás noticias que sobre el misterio del Padre. Y en este senlido podernos dPcir que lodo el misterio trinitario se nos rewla para hacernos comprender y creer d misterio de la generación eterna del Hijo, que ('S lo que más necesitamos para nuestro estado de ,·iadores y nue:,tra sah-ación. Por– que nuestra redención de hecho fue obrada por d Hijo encarn.tdo, por eso tenemos que saber quién es el que nos r<'dimió y cuál es el al– cance más hondo de su ohra redentora. Todo ello lo comprendernos cuando se nos reveh que Jesús Redentor es d Unigénito Hijo del Padre. Ampliando 1rnís esta consideración podernos insistir en la idea bo– t1an'nturiana: Dios nos ha ren:lado sus misterios, no por mothu de instrucci6n, ni para darnos una concepción sobrenatural del mundo hier~ ordenada y sistemática sobre Dios y los seres En su relación a Dios, sino que la revelación se hizo "en cuanto era necesario para nuestra sah-ación" 47 : tiene la revelación una finalidad \·alorativa, con– creta, sah-ífica a la cual se subordinan las diversas revelaciones ele los misterios en particular. Aquí, en esta finalidad saldfica, hay <]Ue wr la nonna y medida de la amplitud en que luego se nos van a adminis– trar otras noticias sobre las verdades sobrenaturales. No precisamente la ley absoluta de su importancia en sí, por ejemplo, ante la mente diYina o para nosotros mismos en otra economía de salvación; sino según la mayor o menor importancia que tengan en orden a nueslra sal\'ación y según el estada de viadores en que nos encontramos y con las otras con– diciones de existencia histórica en que la Providencia nos colocó. San Buenaventura nunca pierde de vista esta finalidad concreta, salvífica, histórica de la economía de la revelación. En conformidad con esto, piensa san Buenaventura que el Centro de la revelaci6n recibida por nosotros es Jesucristo Salvador: Dios nos saloa en Cristo. Y para comprender esta obra salvadora ele Cristo se nos revela quién es Jesucristo, el Unigénito del Padre. Y luego pa– ra comprender la filiación dh-ina de Cristo se nos reycla el misterio del Padre y para comprender su obra se nm revela el misterio del Es– píritu Santo, que procede del Hijo y del Padre y a quien el Hijo pue.. de enviar al mundo para santificar a la Iglesia, porque procede de El. Cierto que san Buenaventura no desentraña esta orientación de la 47. Textos en la nota 10.
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