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336 ALEJANDRO DE VILLALMONTE 16 orientación teocéntrica del Sentenciaría, las afirmaciones cristocéntri– C,is dd Breviloq11í11m y de la Reducción, no son decisivas en este pun– to: podría dudarse si realmente para san Buenaventura: el símbolo apo:;lólico es una profesión de fe en Cristo o m/Ís bien, y simplemen– te, profesión de fe en Dios. Puesta la cuestión en esta forma urgente, el pernamiento de san Buenaventura sobre una orientación estricta– mente cristocéntrica del símbolo apostólico no es claro. C.--fesucristo crncificaclo "Síntesis'' del Sumo Bien. -- El Itinera– rio es una obra ele teología mística; pero indudablemente, teoló– gica. Sobre todo en san Buenaventura, donde la teología mística no es nunca 1rnís que una continuación de la teología dogm/Ítica. Por otra parte, se distinguen bien, dentro ele los escritos místicos de san Büena– ventura, las obras que son preponcleranlemente "devocionales", como \'itís M¡¡stíca, De Quinque festivitatibus Puerí Iesu, y las que son de carácter rigurosamente teológico: Itíneraríum, De Don is Spiritus Sanclí. Si bien un escrito teológico del doctor seráfico, no siempre coincide con un escrito ele método y estilo ''escolástico". De,sde el principio del Itinerario, Cristo Crucificado es propuesto como camino para llegar a entrar en unión con Dios y allí encontrar la paz 29 • Mientras tanto las creaturas, en sus diversos grados, no son rrnís que el comienzo del movimiento ascensional del alma hacia Dios. En el capítulo sexto se ha llegado a la contemplación ele Dios en su nombre má~ perfecto: el BIEN. A través del concepto del Sumo Bien, surnan1ente difusivo de sí mismo, llegamos a contemplar-en la medi– da de lo posible-cómo Dios es uno en esencia y trino en personas, Pa– dre, Hijo y Espíritu Santo 30 • Pero todavía, con la contemplación de la Trinidad a través del concepto de BIEN, no hemos llegado al supremo grado de contemplación. Porque hemos contemplado las perfecciones divinas tal como se reflejan en la esencia (cap. V) y luego en las per– sonas (cap. VI); pero todavía nos falta wrlas tal como ellas se reflejan en la unión admirable de Dios y Hombre en la persona de Cristo. Pa– ra que se verifique lo que dice san Juan: "esta es la vida eterna, que 29. «Vía autem non est nis\ per ardentis,imum amor,,m Cruciflxi». Itinerarium introd,, nr. 3 (V, 295b). 30. «contemplationis emanationum ipsum bonum est principalissimum funda– mentum». Itíner., cap, VI; nr, 1 (V, 310a ).
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