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328 ALEJANDRO DE VILLALMONTE B teología. Así pues, la mente de san Buenan,nlura al escribir sobre el sujeto de la teología, tanto en el Sentenciaría como en el Brevíloquium, parece ser esta: Las mismas realidades teológicas, que tienen tedas ellas una referencia última a Dios como Principio, tienen también una referencia a Cristo como Médio en qtúen se nos comunican, ya sea Dios ya sean las demás realidades sobrenaturales. Podríamos decir 1 1ue la teología nos habla de Dios y de las cosas dh"inas, en cuanto qu6, tanto Dios como las realidades divinas, nos han sido comunicadas en Cristo y para nuestra salvación. En la "cuestión" sobre la naturaleza de la teología, ya m1k's men– cionada, encuentra su pleno y mejor logrado desarrollo el pensamien– to bonaventuríano. Esta cuestión merece ser comentada con alguna am• plitud, por su valor intrínseco y porque no es tan conocida corno los otros textos de san Buenaventura. Cuando se habla de Cristo como sujeto de la teología se presenta desde el primer momento la dificultad: en la teología se ofrecen nume– rosas cuestiones cuya relación con Cristo no aparece y, desde luego, no en todas partes nos habla la teología sobre Cristo y sus misterios 12 • San Buenaventura opina precisamente lo contrario: la ciencia sagrada nos habla continuamente de Cristo y de las otras cosas en cuanto se re– fieren a Cristo. Porque la caída del hombre, los vicios y virtudes, los demonios y réprobos que parece lo más alejado de Cristo, también pertenecen al reino de Cristo: sirven para poner de manifiesto la bon– dad de los elegidos y la gratuidad de la gracia con que Dios les colmó. Es decir, pertenecen al reino de Cristo, no en sentido positivo, como cualidades o partes de él, sino en sentido negativo. Y según un princi– pio de escuela un mismo hábito científico considera el objeto del há– bito y su privación: lo uno per se, y lo otro per accídens 13 • Hay otra dificultad que viene subsistiendo hasta nuestros días: cuando se pone a Cristo como sujeto de la teología no se salva la uní- 12. Quaest. «de Theologia», contra !J (TAVARD, 216). 13. «Ubique in hac scientia agitur de Christo, ve! de aliis propter Christum; un– de lapsus hominis et vitia, daemones et reprobi quodammodo ad regnum Christi per– tinent, per hoc quod ex culpae comparatione laudabilior ostenditur bonitas electorum. - Ve! die quod cmnia mala etiam ad Christum reducuntur et ad ejus regnum,. non sicut partes VGl passiones, sed sicut privationes; nam eíusdem scientiae est conside– rare habitum et privationem ei oppositam, unum pers se alterum per accidens». Ibd. 1esp, ad 9 (TAVARD, 220).
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