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48 P. SOBRADILLO cen 709 de sus descendientes. Entre estos 196 son ilegales, 142 hubieron de ser sostenidos por el municipio, 64 fueron locos, 174 mujeres públicas, 77 criminales, entre ellos 12 asesinos» (1). Los eugenistas 1 basados en los anteriores datos, abogan por que se prohiba el matrimonio a los criminales. c) Enfermos contagiosos o hereditarios. Los enfermos a los que principalmente se pretende prohibir el matrimo– nio son los sifilíticos, los epilépticos, los tuberculosos y los cancerosos (2). «Estos enfermos-dice el Dr. Richet -son legión: al– cohólicos, sifilíticos, tuberculosos, epilépticos. ¡Qué cor– tejo más lamentable! Sin embargo, nada impide el que es– tos desgraciados contraigan matrimonio y lo contraen; y cuando tienen la mala suerte de tener hijos, lo cual no es frecuente-pues la naturaleza, más sabia que nosotros, hace que estas detestables uniones, por regla general, sean estériles-::., esos hijos son enclenques, enfermizos y con– denados a una muerte prematura o a llevar una vida mi– serable (3). Tanto la sífilis como la epilepsia son comunmente con– sideradas como enfermedades hereditarias (4). La tuberculosis hoy es considerada como no heredita- (!) TIHAMER TóTH, l. c., pág. 8; FEDERICO CASTEJÓN, l. c. (2) Cf. MARCH, Natalité et Eugénique, conferencia publicada en el opúsculo Eugénique et Sélection, pág. 93; SCHREIBER, l. ~-- pág. 176 y ss.; QUEYRAT, l. c., pág. 109 y SS j LETULLE, l. C., pág. 99 y SS. (3) RICHET, l. c., pág. 48. (4) Cf. APERT, L'Héredité morbide, París 1920, pág. 138 y 130 y ss.
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