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CERTIFICADO MEDICO PREMATRIMONIAL 153 nales, aun en el caso de suponer como demasiado exage– radas las afirmaciones de dos autoridades, una española y otra extranjera, nada sospechosas para los mismos médicos eugenistas. Dice Marañón: «Los médicos gene– ralmente emplean estos documentos para darse el gusto de decir en un papel oficial cosas extrañas a la ver– dad» (1). Y el médico suizo Forel dice a su vez: "El mé– dico es pesimista y tiene tendencia a ver por todas partes la enfermedad y a hacer sombrío el pronóstico» (2). Además, ¿qué médico consciente de su deber, se atreve– ría a garantizar oficialmente con su firma la salud en el futuro matrimonio y de su descendencia? (3). Añádase a esto los innumerables abusos que se originarían del mero hecho de hacer depender el valor del matrimonio de este certificado; aun los enfermos más peligrosos y contagio– sos no dejarían de encontrar un médico benévolo-y esto lo decimos sin querer herir la probidad de la profesión médica (4) -que se aviniera a darle un certificado favo– rable. 2.-EI certificado sin carácter dirimente o prohibitivo La Iglesia ni rechaza ni acepta esta clase de certifica– do, ya que con él no hay ingerencia alguna de ninguna (1) MARAÑÓN, Amor, Conveniencia y Eugenesia, Madrid, 1929, pá– gina 53. (2) FoREL, La Cuestión sexual, traducción de ABEI.LA, Madrid, 1931, pág. 477. , (3) Cf. también HERREROS, Prácticas anticoncepcionistas y la Medi~ cina, publicado en Colaboradores de «Razón y Fe», El Matrimonio cristiano, Madrid, 1931, pág. 231. (4) Véase a la pág 61 lo que decía HALL.

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