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CERTIFICADO MEDICO PREMATRIMONIAL 141 Mendel, probablemente valen también para el hombre lo mismo que para los animales y las plantas, pero los co– nocimientos precisos que poseemos acerca de esto son todavía muy rudimentarios» (1). Y el Dr. Apert que estu– dió detenidamente las enfermedades hereditarias afirma también que «nuestro conocimiento de este determinismo (el de las taras hereditarias) es aún muy imperfecto sobre muchos puntos, a lo menos cuando se tra·ta de hechos particulares y puntos de detalle» (2); y después de estu– diar una por una las diferentes enfermedades hereditarias, da término a su libro, diciendo: «Hemos visto que la trans– misión de las ta::-as hereditarias de origen mórbido ni es fatal, ni tampoco, aunque se haya afirmado, progresiva de generación en generación, a condición, sin embargo, de que las nuevas generaciones sean sustraídas a las cau– sas que han sufrido los ascendientes» (3). Y el Dr. Muret, después de abogar por la esterilización sexual de una gran lista de enfermos, termina por decir que «es necesa– rio confesar que las leyes de herencia nos son poco co– nocidas, y que es muy difícil, aun por los más competen– tes en las materia, predecir en un caso determinado, con algún viso de certeza, la calidad de la descendencia» (4). Luego si las leyes de la herencia no se cumplen en el hombre o al menos nos son desconocidas, el argumento eugénico pierde también toda su eficacia aún en el campo (1) SCHREIBER, l. c., pág. 175. (2) APERT, L'Hérédité morbide, París, 1920, pág. 288. (3) APERT, l. c., pág. 302. (4) MuRl!.T, De la stérilisation humaine, Zürich, 1927, pág. 4.

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