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IV.-Régimen de la Tercera Orden 55 ,., o .)• Las hermandades estún sujetas al Ordinario del lugar en la adquisici(m y administración de los bienes temporales (r). 4.º El Ordinario del lugar, por gra\'es causas y salvo el recurso a la Sede Apostólica, puede supri– mir las hermandades (2). 5. 0 El Ordinario del lugar puede expulsar a los socios de la Tercera Orden (3). 6. 0 Al Ordinario del lugar incumbe, en los casos urgentes, la solución de las cuestiones de preceden– cia cuando los terciarios asisten colegialmente jun– tamente con otras personas morales (4). 34. Respecto al derecho y obligación del Ordi– nario del lugar de visitar la Tercera Orden, creemos oportuno, antes de exponer la legislación vigente, aducir algunos datos históricos. r) Datos ltistórirns. Antiguamente las her– mandades de la Tercera ( lrclen, incluso las erigidas fuera de las iglesias y oratorios de la Primera Orden y Tercera Orden Regular, estaban exentas de la vi– sita del Ordinario del lugar, no solamente en lo to– cante a la disciplina y dirección interna, sino tam– bién en lo que atañe a los bienes temporales, por haberlo así concedido Benedicto Xll1 en la cons. (1) Véase el n. Ci4 y ss. (2) \'éase el n. F· (3) Véasecln. 1o(í. (4) Véase el n. ü r.