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IV.-Régimen de la Tercera Orden Cuando algún sacerdote o cualquier otro no per– teneciente a ninguna familia franciscana se -dese en la precisión de recurrir a la Sda. Congregación para asuntos que atañen a la Tercera ( lrden de San Fran– cisco, puede hacerlo directamente o por intermedio del Ordinario del lugar; mas de ordinario conviene que se dirija al Superior más inmediato de la Orden Franciscana y del cual depende la hermandad para quien se hace el recurso, a fin de que él recurra a la Sda. Congregación mediante el Procurador de la Orden. Y esto, aunque se trate de hermandades eri– gidas fuera de las iglesias u oratorios de la Urden; pues, como veremos, dependen de los Superiores de la Orden. b) El Ordinario de! lugar. 32. El can. 690 determina: «{:¡ r. Omnes associationes, etiam ab Apostolica Sede erectae, nisi specíale obstet prívilegium, ju– risdictioni subsunt et vigilantiae Ordinarii loci, qui ad normas sacrorurn canonum eas invisenc!i jus ha– bet et munus. {:l 2. Associationes tamen, quae vi privilegii apostolici a religiosis exemptis in suis eccle::;iis in– stitutae sunt, Ordinariis locorum fas non est vbitare quod attinet ad ea quae internam disciplinam seu spiritualem associationis directionem spectant». Ya hemos dicho quienes vienen en el Código de Derecho Canónico con el nombre de Ordinario del