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ENQUIRIDIOX DE DEONTOLOGÍA MÉDICA nes naturales conceptio haberi non potest? ResponS'um: Provisum est per Responsionem S. Poenitentiqriae die 16 junii 1880 datam (92). nos autores modernos, la concep– ción no puede tener lugar según las leyes naturales? Respuesta: Ya está provisto en la respuesta de la Sda. Peniten– ciaría del 16 de junio de 1880 (mlJ. S. CONCRECACION DEL SANTO OFICIO (11 de agosto de 1936) La esterilización 76. E:quidem, ut apprime no– tat E. Tua Revma, quid de ipsa lege sentiendum sit jam clare elu– cet tum ex doctrina hac super re a Summo Pontífice Pío XI f. r. in Encyclicis litteris «Casti connubii» diei 31 decembris 1930 exposita, tum etiam ex Decreto s Officii 21 martii rn:n. Profecto, chirurgica operatio, qua sterilizatio obtinetur, non quidem est «actio intrinsece ma– la quoad substantiam actus» et ideo licita esse potest si quando ad salutem et sanitatem curan– dam est necessaria. Si autem ideo peragitur ut prolis procrea– tio impediatur, est «actio intrin– sece mala ex defecto juris in agente», cum neque horno priva– tus neque auctoritas publica di– rectum in membra corporis do– minium habeat quod eo usque extendatur. Haec a Summo Pontífice expli– citis verbis proposita doctrina ex integro ad legem sterilizationis, de qua agitur, applicanda est. Quod vero hac lege proles man- Ciertamente, romo advierte Su Excelenria Rvma., ya consta cla– ramente de la doctrina expuesta sobre el particular por el Sumo Pontífice Pío XI. felizmente rei– na n t e , en la Encíclica «Casti connubii», del :n de diciembre de 1930 (94) y del decreto del Santo Oficio del 21 de marzo de HJ31 (95), qué es lo que hay que juzgar de la dicha ley (de esteri– lización). Por lo tanto, la operación qui– rúrgica de la esterilización no es ciertamente «una acción in– trínsecamente mala en cuanto a la substancia del acto» y, por lo tanto, puede ser lícita cuando es necesaria por motivos de salud. Pero si se realiza para impedir la prole, es «una acción intrínse– camente mala por falta de dere– cho en el agente», ya que ni el hombre privado ni la autoridad pública tienen dominio directo en los miembros del cuerpo de suerte q1le se extienda hasta eso. Esta doctrina propuesta explí– citamente por el Sumo Pontífice (92) Textus et Documenta (Series theologica. núm. 25). pág. 95. (93) Véase más arriba, pág. 52, núm. 39. (94) Véase más arriba, págs. 84-86, núm. n. (95) Véase más arriba, págs. 86-88, núm. 74.
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