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30 quenti protomedicus et consilia– ríi quinque ducatorum poena irrogent. § 13. Neque medico sive phy– sico sive chirurgo cum aromata– rio, neque aromatario cum me– dico societatem ullo modo inire liceat; qui aliter fecerit viginti– quinque ducatorum poena a col– legio medicorum, si medicus fue– rit; si vero aromatarius, a consu– libus aromatarium afficiatur (25). AGAPITO DE SOBRADILLO § 10. § ll. El boticario no dé a nin– guno una cosa medicinal a no ser en el peso que se determina expresamente en la hoja que lla– man receta. Al que delinquiere, el protomédico y consejeros le impongan la multa de cinco du– cados. § 13. Ko sea lícito formar so– ciedad ni al médico o cirujano con el boticario, ni al boticario con el médico. El que hiciere lo contrario, si es médico. sea cas– tigado por el colegio de médicos con la multa de 25 ducados, y si es boticario, por los cónsules de los boticarios. Los médicos judíos no pueden asistir a los cristiaíl1os (DE LA BULA «ALIAS», DEL 30 DE MAYO DE 1581i 23. Alias piae mt!moriae Pau– lus Papa IV, praedecessor noster, edita perpetua constitutione, in– ter alia, sancivit ne medici ju– daei, etiam vocati et rogati, ad christianorum aegrotantium cu– ram acceclere aut illi interesse possent. § l. Quam constitutionem postea Pius Papa V, etiam prae– decessor noster, per suas litte– ras approbavit, innovavit et con– firmavit, et robur perpetuae fir– mitatis obtinere decrevit ac vo– luit, et sub intimatione divini ju– dicii praecepit et manclavit om– nia in eadem constitutione con– tenta in posterum firmiter obser– vari, non solum in terris et do– miniis S. R. E. subjectis, sed etiam ubique locorum. En otro tiempo, el Papa Pau– lo IV, nuestro predecesor, en una constitución perpetua, san° cionó, entre otras cosas. que los médicos judíos, aun llamados y rogados, no pueden a c u d i r ni asistir a la curación ele los cris– tianos. § l. La cual constitución, pos– teriormente, el Papa Pío V, tam– bién nuestro predecesor, con sus letras aprobó, innovó y confir– mó, y decretó que tuviera per– petua validez, y quiso, y con in– timación del divino juicio impu– so precepto y mandó que en lo futuro se observara firmemente todo lo contenido en dicha cons– titución, no sólo en las tierras y dominios sujetos a la S. R. Igle- (25) Bullarium Romanum, tom. VIII, págs. 118-121.

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