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11 DESDE EL CORPUS JURIS CANONICI HASTA El CONCILIO DE TRENTO (año 1545) DECRETO DE GRACIANO (8) El infanticidio y el aborto 8, Candentis ferrei, et fer– ventis aquae judicium in Eccle– sia fieri prohibetur. Unde Stephanus V Humberto Episcopo Moguntino. Consuluisti de infantibus, qui in uno 1e e t o dormientes cum parentibus mortui reperiuntur, utrum ferro candente, aut aqua fervente, seu alio quolibet exa– mine, parentes se purificare de– beant, eos non oppressisse. Mo– nendi sunt na m que, et prote– standi parentes, ne tan tenellos secum in u n o lecto collocent: ne negligentia qualibet prove– niente suffocentur, vel oppri– mantur: unde ipsi homicidii reí inveniantur. Nam ferri canden– tis, vel aquae ferventis exami– natione confessionem extorqueri a quolibet, sacri non censent ca- Está prohibido en la Iglesia recurrir a la prueba del hierro candente y del agua hirviendo. Esteban V a Humberto, Obis– po de Maguncia. Preguntaste si los padres pue– den recurrir a la prueba del hie– rro candente o agua hirviendo o a otra prueba para justificar– se de no haber sofocado a los hijos que, durmiendo en el mis– mo lecho que e 11 o s , aparecen muertos. En primer lugar los padres deben ser amonestados e inducidos para que no coloquen en el mismo lecho a los niños tan tiernos, no sea que por ne– gligencia los sofoquen o los opri– man y se encuentren r e o s de homicidio. Porque los sagrados cánones no permiten recurrir al hierro candente y al a g u a hir- (8) El Corpus Juris Canonici comprende Yarias eolccciones de leyes (;clesiás– ticas. La primera de esas colecciones es el llarnado Decreto de Graciano, obra de un monje camadulense. llamado Graciano, que fué profesor de Te;;logía en la Uni– versidad ele Bolonia y que compuso su célebre Decreto hncb rnediados del siglo xn.

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