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- 1-lO - 3) Extravagmites comunes. En esta colección, que fué hecha a princ1p10s del siglo XVI, se rncoge u.na decretal del Papa Bonifario VIII, .del afio 1300, referen– te a las sepulturas y que tiene gran valor histórico por ser el pmlto .de parti<la Je la legislación eclesiástica acerca de la cremación de los ca<lávcres. Comienza el Santo Padre ,denuncian<lo los abusos de 21gmios nobles, cuan,do alguno de sus familiares moría fuera <le sus Esta<los fe1Hlales, los cuales, con el fin ,de JJoJerlos -enterrar en el sepulcro de sus mayores, cometían con lo;. cuerpos de los difuntos estas atroci<lades : ((De una manera truculenta les sacaban el vien-· tre y de una manera inhumana los dh-i<lían en 1nicmbros o Jledazos y seguidamente los metían en agua y los cocían al fuego; y una Yt'z que los huesos estaban <lcscarnados, los llevaban a enterrar a los dominios.)) El Papa, después de condenar estos abusos, afiade : ((Con Apostólica antori<lad ,'~tableeemos y onlenamo,; qne cuando murie– se alguno, <le cualquier esta<lo, género o <lignida<l que fuere, en ciu– dades, tierras o lugares en los que está vigente el culto de la fe ca– tólica, de ninguna manera se cometa con los cuerpos de los difun– tos abusos semejantes, ni las 1nanos de los fieles se manchen con tal crueldaJ, y los cuerpos de los difuntos no sean tratados tan im– pía y cruelmente, ;;;ino que sean enterrados en la sepultura que hu– bieren elegido, ü en la ciudad, castillo o lugar (londe hubieren muer– to, o en lugar vecino sean enterrados temporalmente, con sepultura edesiástica, hasta que después, convertidos los euerpos en ceniza, sean lleva<los a la sepultura que hubieren elegido y en ellos ente– rrados.,¡ Los que faltaren a esto son castigados con sentencia de <'x– eomunión reserva<la al mismo Romano Pontífiee, y aquel en cuyo cuerpo se hubieren cometido los abusos dichos que{la privado de se– pultura eclesiástica (19). (19) C. 1, de sep11lt11ris, III, 6, in Extrarng. Com.