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CAPÍTULO XVI CA1\\BIOS POLITICOS EN LA ABISINIA 1. Ras A/y !! De1;ache J(czsci. La Abisinia que wnia disfrut:imlo ,;11 el largo plazo dl: veintidós h!JOS una paz octaviana merced a los tr:ll!– quilos y equitativos reinado, de Deyache Ubié al nort,• y de Rc1:-, Aly e11 el sur. estaba a punto de surnmbir debajo de la do111i11:1cii'rn lk 'lll feroz d{>spota. que abrigaba el designio de reducirla a escombro.'> parn levant,11 -..obn· sus rnínas una nueva nación conforme al ide;il de --,u.-, grandes mn– biciones. Deyache Kasú, yerno de Ras Aly, he ahí el lút1gu dl, hierro que envió Dios corno castigo a la Abisinia en estos último:, m1os. A es. paldas de su suegro iba Kasú aduei'uíndose de; g-nrn parte de l:1 Abisi11i:1- hasta que creyL:ndose ya seguro. le declaró la guerra. ve11cic'11do ,1 todos sus generales y apoderúndose de todos sus domi111os. I-c:1, Aly erd u11 príncipe amante de su pueblo y amigo de la puz. Su índok 11:1tural tiuke y bondadosa, le hacía mús aptu para dirigir los destinos de su 11;1ciú11 l'II los sosegados remansos de la p¡¡z que en los re\'ueltos ,1zm·l'c, dv la gm'– rr,,. A juicio de los peritos en el arte, Ras Aly cornc'iió un .gr1vt' nror 110 acudiendo a sofornr la rebelión pro\'ocada por Ueyache Km;{J en ,-,n,, primeros chispazos. Entretenido con la guerrn de Berru Ciorhó. dejó rrn· sar la coyuntura que le ofrecía la poca estabilidad del terrible ene1111go que se le presentaba. y mandú a uno de sus gl'Iwralt~s 011 una pt,quefl:1 parte de su ej<'rcito. sufriendo una deshech:1 derrot:i. Por segu11d:i y tvr– cern vez enviú otra parte del ejército al nw11do dl, uno dP sus y otrns tantas vió su fuerza dl'shecha y :rniquílada. y el 110'.1ilm· del ven– cedor Ka:-.ú pronunciado con veneración por grnn núnwro de. nbic;inius. que atraídos por la forna del :aliente, guerreru, se ponían incomlicírnrnl- 1m,nh, a sus ó1 tienes. Engreído con esas victorias Deyaclw l~a,-,ú. :--c" dí– rii;i(i al Goyam y sorprendió al mi:-.mo Ifas Aly. que abatido y exfrmrn– do dr'. {lllimu por la~, infausta:-. noticias de l,1s tlerrobs de su ejt'.rcito, 110 ,·sper:1tn la acomdida. Le opti:-,o, con todo, fuerte resisÍl'llCia. ¡wlt•<i como v:diente sold,ido, vic,ndo cat,r mm,rto.c; a sus pies Jw.; tio'i terl·eras parte.'i de sus .-.;oldadus. Kac;ú le ¡•n\·ió ento11ces una embajada propunit·n– dok l:i paz bajo duras co11diciom·s, mús prefiriú morir a rendirse a aquel feroz insurrecto, mall(.l(J dar muerte a los miembros de la ,·mbajmla y acompafü1do dt'. los suyos ,1bandonú ,:1 Cioym11. refugiúndo,,e en Il, 0 na– Tauor. Pretendió levantar aquí u11 nuevo ruerpo de ejt'>.rcito, pero era ya farde. I\adie le siguió: Vi<·ndost· perseguido ha,ta Ecn su nuevo refugio.