BCCCAP00000000000000000000476

190 ía dún. Al caer e;,e territorio el! poder de i\loh~um:'.d Al_y, aii,-,tó l:11 :,u ,cjt:rcito entrando rnn el grado de capitún. A la sazón luch los de co1111rndm1tt' y era de suma confianza dl'. R:is Aly. ~- Costumbres a/ricanas. Cumplida "u misi(Jil. el cu1m:rda11te diú orden de tonrnr a la pl,,zu de guarníció11 que ern Lolrn, y ll11 , 0 1 partí a ,;sa pobl:ic ió11 a fin de e,·itar el ahunl!uit'nto. pues 11w Li!luln ta11 solo. qtH: Justa de sin·ientes carecía. Po,,eía r:llí vi C(J11H111d::rtl' Sa– i1at lllld bonit:1 ca:,a lujos:um'.tiie amuebl:.da y servid:1 por uw: u11che– dumbre de,. escla\'CJS ;,icsmp1T prn11tm, ,1 su" inclicacioi:e". l:u ella 1rn :iloj,; atendido cortésmente por ei referido lOlllUIHi:1rJe su u1n:c:n,~.:. forni- lía. Aquí. merCl'd u una riguros:1 curn. me vi libre Lis fostidiu,,: s tÍl'.- b; es que de mucl10 tiempu me Vl'llÍa,1 moksta11üo. Cti11sistió b (TI a en u11 régrn1en purgativo general permm:ecie1,du 1.res Llí,,s l'lileros a uil't,1 y tonn11 .io cad:1 día un;i bul~na taza de'. tismw de üirnarimlo con G,' . :\ 1 cabo dl, esos días nw recetó el comandante tui [ue,te dú,:is dl· quí11i11a y me reiomendó que me alinwntarn co11n,ui('l1kml"l;te. ;,-.:o ,\té si h lJl()– dernus galenos aprob:mí11 sr,mejante régimen curativo, ,,ero l;S lu cierto que l:1s molestas fiebres mardrnron y no volvieron. !-fo blando en co11fianza con mi allligo Salwt, dije ir'. cie1 to día: ,\\ir,1d comandante, tengo sunrn complacencia en alojarme en vuestr;; , ,'.S,1 y mornr en vn,:stra compaíHc1, no sólo en agradecin:it'1,to ror el fa\,1r que me si11ú ü11nbi,~11 porque rn, veo libre y Hjl:.no de las vicios:,s cos– tmnbres que vengo observando en los princip::s y sefíures ricos dl 1 sías tierr:1s. Núuse,is me cb h1 i11sensafrz y ahaulo1.o rn11 que min111 esos sefíores la educación de sus numerosos esclavos. Pero no me btr,rfio porque para eso sería preciso estimar en algo su v11lor, y los rici," n,u– sulmamcs en nada aprecian menos qm, las buenas costumbres. Co1;,1zco a muchos de ellos que son con sns pervl;rsos hechos h ruina y esc,rndaln de sus sir\'ientes. - T<,n(;is razón, me contestó, yo mismo he lameníat'.o e;,os rnalf'é, ~wro no los puedo evitar. Son endt'micos en este pueblo, y lo r,·or e;, que 110 se vislumhrn horizrn;ie sano por ningnna pnrte. La rníz l'e es:1 espantosa corrupción estú en el predominio turco. De"de que esa 11c:ción puso s11 pie t'.11 el Egipto. se ha extendido el mal e;,pa1¡tosanw1.1<·. L1 Meca es como el foco de est dL'senfreno de costumbres, ;v\ahonwd Aly nu11c1 fw~ así; por el contrario. su vida era 1111 dechado de \'irtud •:, cí,,¡_ u,s; jmwís tnvo rnüs que una mujer por (~sposa, y Aiú le concec 1 íi'J ura ckscende1,cia. De t:I aprendí a ser morigcsrnc 1 o y '.I t·ducar hien ,1 mis suhirdinadm,. 3. T!!mpestad di! agua y granizada de higos. -Abrió por fin l"i día postrer de mayo de lti52, y preparando el equipaje me desp,,tlí de mi amigo el conrn11da11te Sahat y de su numerosa familia, emprendirndo el camino de Gudabié, ruzando la frontern de la provincia de At 11PJCU> h:1sb arribar a Gónd;ir. Gwirdabi(; es pobh1ciú11 autónoma e i1,deprn– tlil'nít'. :rnnque tributaria del Egipto y de la Abisini:1, como iodo pueblo frontnizo. Su merrudo de algodún ern regularmente , ,rncurriclo, y " ello debía su vida. que 110 era muy floreciente. A sus pies se tiende un espacioco y vuctbimo campo de muchns leguas a la redonda si11 culi1rns

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz