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:1\ohamed-Aly, que abrió las 111:nas, ahora en dec;de , i . Me a:1,j,: l'i! casa del comandante de 1. piaza que era de Alb1 1 nia y muy ( ortu; , u11 l1 ,, forasteros. Con rnoti\'o Lle mi lie¡.;a<la se esp11 (ió l ( n:o 110 de r,óh ora el rumor de la venida de un l:ll\'iadu regio e :o.tr ,,01 di1 a1 io, y I o u;¡, ra ce– cir el n·vuelo que eso oc,isio11ú e:1 tojo e! co.1tL rno :/ :,0,,1 e todo e1,tre el personal de explotaciún aurífera. Tm\o lo más gra1,ado Ge b pobticiún desfilú por mí IH,hitación en torneo de cortés visita y 11 todos tu\t; que dirigir palabras de aliento sin abrir ,1 1wdie el secreto de mi ve11id,1 11 es– t·1s tierra:,. El personal de 'a explobción de l:1s mii;,1s S:! ,;0111ro1.íc1 de un centenar de obreros hijo la di1 ecciún de ucLo jefes y un director ge·· neral. Para defensa e la nhz'.1 residía alií u11,1 ,; :arnició:1 de tre,,cí,;ntos soldados al mando de sus' re:;pectivos jefes y ·oficiail's. [loscientos de ellos estaban de permane1,cia y los rest:111Ls aco111pm':alrn1: a las carnvu· nas de transporte. Mí reserva les puso en guardia y les metí,"¡ t:>I miedo e11 el cuerpo. d ndo ocasión a que en privado y como pn..'vi11ie1:do el golpe fuer,.11 i11- formú:1dome unos detrás d~ otros de todos sus embrollos y trapisrn1das en la administración de los asuntos. Porque h JY que nd\·ertir que el Go– bierno lnbía y,1 m:rnifest:ido repetidas ,·eces su descontento del modo de hacer la explotición. En hecho de verdad los gastos excedbn con mucho a los ingresos, y el Uobicrno amenazaba cerrar las minas si las cosas conti1nuba11 por es(, can1i110. Sollrúbale razón al Uohierno para fa11 deci– siva det:,rminación, porque a decir verdad, l"s cuentas estaban lllU\' ern– brollad:1s y l,1 administración se preocupaba muy poco del asunto, Baste decir que había jefes q11e empleatrnn a los obreros de la empresa en el rnltivo ne· sus propios hw,rtos y terrenos, abandonando la cuenca 111inern. A.pesar de tmhs nfr; exrns:1s y prot(•sb1s tuve que escucharles a todos y h'!SÜ! me ví obligado 11 visitar 1:, rni:n y ios depósitos del lavado del mi· nernl en el rio Tonnt. Pretr,ndí:in (]'.IV firnl'!se y; sus cuenb1s y di(•s<c t•I vi-;to bueno a los asuntos de ad111i11istraciún. y por ello n,e ofrerían gr:!'.1- Lles c'a,1tidades de oro; pero me 1w¡~ut, en :1hso:rto a lo uno y a lo otrn. 5 los minas de oro del Uuscin. - A la sazón hace treinta afios que las visité y vt,i!1te que se cerrrnon pur orden del Gobierno. Lu mina d"I ( hsün la conditllía una pc~hch rnli1rn, cuya falda lamían las agw1s del río Tonrnt. arrnstrnndo gr:111 n,ntidad del precioso mineral, qm• y¡¡ los Í'lllígenr,s se lkdicn\J,n, desde tiempu antiguo :1 extraer, estableciendo ro11w:-cio co·1 otrns poblacio11t'S. Molwnwd-Aly. cuyo talc~nto prüctico t·s dig110 de admirar, rnmp!·e11di<i pronto el negocio que se ornltaba en :1que– l!a rnin:i y puso todo su (,mpefio en ('xp:otarla, recogiendo en líquido cada afio 11110s cum1tns millones oro; enriqut'ció el erario, fomentó el comercio 1'11 todo el ¡nís y dotó :i l':;ü, de un ej,'rcito poderoso y bien municionado. Chro es que en todo ello flobb:1 siempre el móvil egoísta de conquistar tocb la Abisinia, el Smlün y demú.; tit'rrns alü1s de la parte oriental del Afric1, pero eso mic;mo prnl'ha la alteza de miras del valiente jefe. que l':i nH,dio de la general derndencia de co,,tumbres amor y de patrio. vis– !11mbrr!lrn un horízonít• de gratos enstwfios. y de grande gloria p,1r,1 su p:1ís. :Cil!rto día. me dijo un antiguo soldado de ;\\ohamed-Aiy. me lrnllt" en presenci,1 d,: mi jefe conte¡;1pl,111c!o la inmensidad de tierras que se ex-