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CAPÍTULO 1 \'L')ITA A LOS SANTCJS LUGARES l. E11irel'ista con el Sr. D' Abbadie. -El <¿7 de i'vlarzo de l8SI eni el designado para levar unch1s dd puerto de J\lursella. Acompm1ado del Padre Ci11c1rdián de m¡uel Conven,to y de mi :-ecretario, enderecé mb p 0 1sos al puerto. y a lw, poc1s horas zarpaba el vapor en dirección a Ale– jandría. Com¡wrkro cfr mi viaje ftw un compendio en manuscrito de la:c. ceren1011ias 11Hís comtínrnente us,HÜ!s en la admi11istració11 de Sacramen– tos y ch'.más ritos sagrad1 1 s que ocurTt'.ll c'o11 frecuencia al misionero en tierras de infieles. Por l'llc1rgo mío lwbíalo copiado uno de los no– \·icios en d Conn'nto de [1,\;1rselh1. Torn la sirena, y el v,1por rom– pe la marcir¡¡ surn111dn las ,1guas. que espurnos,1s le cercan como zarpas de oso a quien arrebatan la presa. ·111stintivamc•11te los viajeros asoman sus cabezas y trp111:;lrn1 st1;, p;1fí11elos. despidiéndose dt' sus parientes. ,nnigos y ronocidr,s. (iritos de dvspedid,1 que :-;e perdínn en el espacio, alg111rns l{1grinrns de desco11.~11elo y ... p()CO ;i poco \·a disminuyendo aque– lh1 rumorosa al_g:1z:1rn. cunw11zando hi :1ninrnciií11 interior del barco. Entn'. mis cornp:1ñ('.ros de vi,1jP h:ibía ('~cudwuo una \·oz, que me pareció h1 de un antiguq amig(\ a q1tie11 tiempo hacía 1H1 había t'srnclrndo. -··¿Por Vé:'n· tura sois el Sr. D'Abbadie? le interrogut",. -·Servidor de !le:,íed. me contesüi. v \·os sois sin duda J\lonseílnr J\fossaia? · lln estrecho ,1hrazo por toda respuesta fth" la señal más evidente· de nuestra ya madura amisbd. Vivamente había deseado este encuentro CJllt· podía facilitarme la dicha de una buena ,1cogida por parü· dt>l obispo ht'ft'.je Salmna. Tr:1brnnos con\·ersaciún sin ~oltar la p;_il:ibra m,ís qtw nisi unic,mente para dar descanso a nuestro cm,rpo. ¡Tan interesantes y \"c1· riHdos eran los m;untos que con t'.;l quise tratar! ~- ,El Sr. D'1lblmdie. -·D. Amoldo Abbadie .era uno dt> los lwrrna– nos de,D. Antonio D'Abbadie. de quien repefüfos Yeces kngo hech,f mención:. había permanecido largos años con su lwrrnano en aquellas tierrns africanas dedicado a la interesante obra de ayudar a D. Antonio en b empresa de eslttdios geográfico~ e· históricos a él encomendada por ,:1 Gobierno dt> Francia. Por su fino y afable trato se había ghmjeado lH alllistad de todos los Grandes y Príncipes de aquel país, y hasta con PI tristemente célebre el obispo hE'reje Salama. mi encarnizado , persep1i ·

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