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nuac~ón, en el número 75, a fin de que no sufra men– gua el espíritu religioso en los que moran en otras residencias de la Misión, se añade: "en estos lugares obsén~ese también la disciplina religiosa en cuanto :-;ea compatible con el ministerio apostólico, a juieio del Superior regular". Y por último, en el número 76 se determina que "cada uno de los Padres quemo– ran en las estaciones tengan con puntualidad clünia– mente la oración mental y los demás ejercicios de piedad, señalados en las Constituciones o en los Re– glamentos especiales de las Provincias, bie11 per::-;ua– didos de que tanto más provechosa será su labol', cuanto más atiendan a su perfección espiritnal''. 3.-Para mejor conservar la caridad ~r unión fra– terna que tanto deseamos y pedimos al Señor, exhor– tamos a nuestros religiosos a que siempre corrnerven bien grabadas en su corazón las palabras de nnestras Constitnciones, al intimarnos la vida de unión qne hemos de llevar los religiosos en cada convento: "re– nnidos en nombre del dulcísimo Jesús formen un solo corazón y una sola alma, procurando subir contürna– mente a mayor perfección; y para que sean verda– deros discípulos de Cristo, ámense de corazó11, so– brelleven sus defectos recíprocamente y ejercíten:e:e de continuo en el amor divino y en la caridad frater– na; procuren darse hnen ejemplo mutuamente y tam– bién a los demás, haciéndose violencia para sujetar sus viciosas inclinaciones, porque, como enseña nues– tro Salvador, el reino de los cielos padece violencia ~~ los que se la hacen a sí propios son los que alcan– zan". (Const. 113.) Estas palabras, que encierran la quintaesencia 6