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LA FECUNDACION ARTIFICIAL dejará el hombre a su padre y a su madre y se adherirá a su mujer y ven– drán a ser !('S dos una sola carne" (26), En estos dos pasajes del Génesis, la Iglesia ha ..-isto la institución clel matrimonio (27), Jesucristo restituyó el matrimonio a Slll primiti..-a pureza, confirmando sus dos cualidades esen– ciales, la unidad y la indisoluhiliclad (28), y lo elevó a la rlignidad de sa– cramento (29), Por otra parte, en la Sagrada Escritura se condena la fornicacic'in, () sea el comercio carnal entre solteros (:50), Luego, según la voluntad positiva de Dios, la prncreación debe tener lugar dentru del ma. trimonio, e) Sólo el matrimonio sa]yaguarda la dignidar.1 ck los esposos, prin– cipalmente de la mujer. Altísima es la dignidad de lus padres cristianos, Como dice el Papa Pío XI en la encíclica Casti Com111bii, del 31 de diciembre ck H);:IO, "no están destinados únicamente a la procreación y conservaci<'m ele! género humano en la tierra; más aún, ni siquiera a educar cual<1nier clase ele ado– radores del Dios verdadero· sino a injertar nueva descendencia en la Iglesia ele Cristo, a procrear conciudadanos de los santos y domésticos de Dios (;v), a fin de que crezca cada clía el pueblo dedicarlo al culto ele Dios y de nuestro Sah·ador,,, .\ ellos tuca ufrecer a la Iglesi.a sus ¡impíos hijos, a fin ele que esta fecurnlísima J\fadre ele los hijos de Dios los engendre de nuevo a la justicia suhrenatural por el agua del bautismo, y se hagan miembros vivos de Cricito, partícipes de la vida inmortal y herederos, en fin, de la gloria eterna, que todos de corazón anhelamos" (32 ). Este mismo pensamiento hahía expre~aclo anteriormente el Papa. León XIII en la encídica .lrcmwm di'Z•inac s,1píclltiac, del 10 ele febrero de 1~80 (33), 1.-:sta sublime dignidad h poseen los padres cristianos precisamente por estar unidos con los lazos indisolnh1es del matrimonio, que, como vercla. dero sacramento, los santifica y los dispone para cumplir con la elevada mi– sión que Dios lec; ha C( .afiado ele transmitir la vicla, creando hijos para el cielo. Los patlres c¡ne no están unidos con esos lazos, aunque transmiten h YÍda, la transmiten sin poseer la gracia del sacramento; aún más. la transmitc-n cumctiendo un actu pecaminoso: el pecado de la fornicación o lle] adulterio. (26) Gén, 2, 24, (271 Conc. Trtd.-, ;;::--_ :.?-L JH::\z1:-:01:n 1 Enquiridion ,t.,'y1nlwlorum (Friburg·i BrisgoYiar, 1987), 11, ar,o. t:'.t<-J :\fat. ! 9, 3-4. (2\ll Ef. ;;, 22-32, 1:10) (iáL "· rn-21; 1 Cor. (,, g.J L (31) EL 2, 19. (32) Colccciún de Encíclicas !I Cartas Pontificias, rdirión de la .\.cción Calólica Espaii.ola {}ladrid, IgH), p, 098, (:l:l) Cv/ecci1í11 (le Encíclicas !! r,:,'ta,, Pontificias, pp, 565-66, -13-

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