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negro, Abe! un buey rojo. El Mesías, como Adán, está representado por un toro blanco; y al final de los tiempos todos los animales serán blancos, como él. PASAJE DEL LIBRO DE LAS VISIONES/SUEÑOS Primera visión. El juicio: diluvio (83,1-11) Ahora te mostraré, hijo mío. Matusalén, todas las visiones que he tenido: delante de ti las contaré. Dos visiones tuve antes de tomar mujer, ninguna de las cuales se parecía a la otra. La primera cuando aprendía a escribir, y la segunda, antes de tomar a tu madre; vi entonces una terrible visión y. a causa de ella, imploré al Señor. Estaba yo acostado en casa de mi abuelo Malael cuando vi en una visión que el cielo se precipitaba, desaparecía y caía sobre la tierra. Y, cuando caía sobre la tierra, vi que ésta era tragada por el gran abis– mo. que se amontonaba monte sobre monte, se hundía collado sobre collado. altos árboles eran arrancados de raíz, tirados y tragados por el abismo. Me vino entonces la palabra a mis labios y comencé a gritar: ¡Ha perecido la tie– rra! Mala!eL mi abuelo, me levantó, pues yo estaba acostado a su lado, y me dijo: ¿Por qué gritas así, hijo, y por qué tales ayes? Le conté toda la visión que había tenido y me dijo: ~ Cosa terrible has visto, hijo, y grave sueño has tenido: los secretos de todo el pecado de la tierra y cómo ha de ser tragada por el abismo y desapare– cer con gran mina. Ahora, hijo mío. levántate y ruega al Señor de la gloria, 1 pues eres creyente, para que deje un resto sobre la tierra y no la aniquile toda. Hijo mío, del cielo vendrá todo esto a la tierra y sobre ella habrá gran ruina. Entonces me levanté. recé, rogué, pedí y escribí mi oración para las genera– ciones del orbe, cosas todas que te mostraré. hijo mío, Matusalén. Cuando salí fuera, abajo. y vi el cielo, el sol que salía por oriente, la luna que bajaba por poniente y algunas estrellas, toda la tierra y todo lo que él hizo al principio, , alabé al Señor del juicio y le rendí honor, pues había sacado al sol de las ven– tanas de oriente, y había subido y salido a la faz del cielo y había empezado a 1 marchar por el camino que le fue indicado. [ ~-------------------------------J Admoniciones (91-107). Del 100 al 70 a. C. Esta sección es también conocida como Epístola de Enoc. El material no es uniforme, y el texto aparece claramente desordenado. Se inicia con unas recomendaciones de Enoc a sus hijos (caps. 91- 92). Sigue el Apocalipsis de las semanas (93) en el que se narra la historia del mundo en un esquema de 1O semanas. En la primera tiene lugar el nacimiento de Enoc, todavía perduraba la justicia; la segunda fue la de la gran maldad, de la que fue salvado Noé; Abrahán perteneció a la tercera; la cuarta semana fue la del éxodo y la del peregrinar por el desierto; la quinta la de la construcción del templo; la sexta la de los reinos divididos, Elías y la destrucción del templo; la séptima la de 98

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