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90 Su importancia es grande por diversos motivos. Constituye una valiosa ayuda para la crítica textual: al ser versión de un texto hebreo premasoréti– co arroja luz sobre la historia del texto hebreo. También es de gran valor para la comprensión del N. T. y de la patrística griega y latina anteriores a San Jerónimo, así como por haber servido de texto base para traduccíones del A. T. a distintas lenguas de iglesias antiguas: siríaco, copto, armenio ... Bj Las versiones arameas: los targumes Se designa como "targum'' (traducción) a las traducciones arameas de los textos hebreos rea!i::.adas en o para el servicio sinagoga/. Aunque no exista unanimidad en atribuir a Esdras la introducción de la práctica targ!Ímica (véase Neh 8,1-8), una antigua tradición judía que se remonta al s. 11 a. C. no duda en hacerlo. Oral en un principio, el targwn ji,e evolucionando hasta terminar por prevalecer la forma escrita. En esta erolución hacia lo escrito el aspecto inte,pretativo file adquiriendo más importancia que el de mera traducción. De ahí que los targumes acabaran por ser algo más que una traducción, una prod11cción textual nueva. Los destinatarios. un auditorio 110 especializado, hacen que el targwn adopte el estilo de la literat11ra popular; y el uso pasroral del mismo explica la paráfrasis, cuando 110 la supresión, de los pasajes y texto difíciles. La literatura tragúmica existente se clasifica en tres grandes bloques. correspondientes a las tres secciones del canon judío: Pentateuco (T. Onqe-los, Pseudo-Jonatán. Jerosilimitano JI, Neofiti /, Fragmentos de la Geni::.a del Cairo); Profetas (T. de Jonatan ben Uz::.iel); Hagiógrafos (Salmos y Job, Megilloth y Crónicas). Una rez determinada la cronología de los targumes (elementos necesa– rio. pues algunos son relativamente tardíos), su importancia es grande, pues son una escuela de interpretación del A. T.; permiten comprender mejor la historia de la traducción de la Biblia; ayudan a comprender el alcance de la "tradición" dentro del judaísmo así como muchas tradiciones antiguas. Respecto del N. T., superando tanto las excesivas reticencias como los excesivos entusiasmos, presentan también su aspecto positivo. no sólo en cuanto pudieron ser fttellfes materiales sino en cuanto en ocasiones parecen haber inspirado algunas técnicas hermenéuticas (el modo de citar el Apocalipsis al A. T. recuerda la práctica targúmica).

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