BCCCAP00000000000000000000470
2. BREVE HISTORIA En tanto que el periodo rabínico se calcula que comenzó con la muerte de Hillel y Shammai, en tomo al año 10 d. C., la primera generación de los Tannaim se cree que comenzó con la caída de Jerusalén, en el año 70 d. C. La destrucción de la ciudad y del templo en la primera revolución judía, y el aplastamiento de la segunda revuelta -la de Bar Cohba en el año 135 d. C.- son acontecimientos de capital importancia en el desarrollo del judaísmo rabínico. En la tradición rabínica el periodo de transmisión de la ley oral finalizó con Hillel y Shammai, al fin de la primera década de nuestra era. Las seis décadas si– guientes asistieron a las discusiones que sobre cuestiones legales mantuvieron sus respectivas escuelas. A partir de la caída de Jerusalén comienza el periodo de re– construcción y consolidación del rabinismo. El padre de esta nueva época en el desarrollo del rabinismo fue Rabí Johanam ben Zakai, que fundó un importante centro de estudios judíos en Jamnía. Su discí– pulo Eliezar ben Hircano fundó una escuela en Lida. En el periodo de tiempo entre las dos guerras (70-132), Judea había sido el centro de la enseñanza rabínica. La segunda revolución obligó a la población judía y a sus maestros a trasladarse de Judea a Galilea. Esta región pasó a convertirse en centro de florecimiento rabínico con escuelas tan importantes como las de Séforis, Searim y Tiberíades. Y fue allí donde se llevó a cabo el desarrollo de la tradición y la compilación de la Misnah y otros trabajos tannaíticos. Posteriormente los 'amora'im continuarían ese trabajo. 3. MOMENTOS DE ESTE TIPO DE LITERATURA La labor de los estudiosos de la Torá consistía fundamentalmente en desarrollar y fijar el derecho, e interpretar las secciones históricas y doctrinales de la Biblia. La primera actividad dio origen a una especie de derecho común, junto a la Torá, que recibió el nombre de "halaká" (andadura, norma legal); la segunda pro– dujo una rica variedad de ideas éticas e históricas designadas como "haggadá" (enseñanza). La finalidad primaria de ambas -halaká y haggadá- era el estudio (midrash) del texto sagrado. Un estudio no en el sentido de la moderna exégesis histórica, sino entendido como una búsqueda de nuevos conocimientos a partir del texto ya conocido. La preocupación no era averiguar el sentido original del texto, sino aplicar su mensaje a las generaciones posteriores. Se partía de la convicción de que el mensaje bíblico, al ser inspirado por Dios, debía ser portador de una palabra iluminadora para el pueblo en cada presente histórico. El midrash, así entendido, era un término polivalente: significaba tanto la "investigación" como la actitud mental -fe y reverencia- con que uno se acerca al texto sagrado. Engloba al proce– so de interpretación y al resultado de la misma; designando también, finalmente, el texto escrito en que tal interpretación se fija. De acuerdo con esas dos orientaciones 58
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz