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Capítulo 8: Daniel es destinatario de otra visión: un carnero que acorneaba a occidente (Ba– bilonia), norte (Asia Menor) y sur (Egipto). De pronto hace su aparición un macho cabrío que, arremetiendo con furia contra el camero, lo abate. Alcanzó gran poder, pero al crecer su poderío se le rompió el cuerno grande. En su lugar Je salieron cua– tro, de uno de estos salió otro cuerno que llegó a desarrollar gran agresividad y poder destructor. Inquieto por conocer el alcance de la visión, Daniel recibe la interpretación por medio de Gabriel: el camero: imperio medo-persa (segunda bestia, Dn 7) - el macho cabrío: imperio griego: cuerno grande: Alejandro Magno cuatro cuernos: Diadocos último cuerno: Antíoco IV El autor se centra particularmente en este último elemento, cuya obra negativa describe (Dn 8,9-12.23-25): pero sucumbirá bajo la interpretación de Dios "sin intervención humana" Dn 8,25)-. Elementos de la narración La estructura del capítulo es similar a la del precedente: visión y desciframiento. Los elementos típicos -fieras, cuernos, fieles, figura de hombre- estaban ya presen– tes en Dn 7. En realidad se trata de un enfoque de la historia más próximo que el de Dn 7. Comienza con el imperio medo-persa (y no con el babilónico), para centrarse, tras una alusión al enfrentamiento entre Alejandro y Daría Codomano (véase 1 Mac 1,1-3), en el periodo de Antíoco IV (véase l Mac 1,10-24; 2 Mac 5,11-17). Según la ficción, la visión se sitúa en tiempos de Daniel (siglos antes de Antíoco); de ahí que fuera sellada hasta el momento de ser leída. El futuro remoto, en la fic– ción, es el presente macabeo. Con este capítulo el texto vuelve a la lengua hebrea. Es interesante destacar que empiezan a aparecer en la Escritura ángeles con nombres propios: Gabriel y Mi– guel, en el libro de Daniel; Rafael, en el de Tobías; el libro de Enoc ampliará el número: Uriel, Raguel, Sariel... Mensaje: Como en la visión de las cuatro bestias, la palabra que se desprende de este cua– dro apocalíptico es de esperanza para el pueblo que sufre las opresiones de Antíoco IV, y de aliento para la resistencia. Dios ya ha emitido su juicio contra el agente de iniquidad, y en favor del pueblo santo. Característica del pensamiento apocalíptico es destacar la gratuidad de la salvación, toda debida a la iniciativa divina (Dn 8,25). 37
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