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Comentario sobre Daniel de San Hipólito (MG 10,637ss). Sin embargo no faltaron impugnadores de este planteamiento. Así, Porfirio (t 304), quien afirmaba que "no fue compuesto por aquél bajo cuyo nombre figura, sino por uno que en los tiempos de Antíoco IV Epífanes, estuvo en Judea, y que no tanto Daniel predijo lo futuro, cuanto que ése otro narró lo pasado" (ML 25,491) Reservas a la tesis tradicional manifiestan en los siglos XVII y XVIII Newton y Spinoza. El primero afirmaba que "los seis últimos capítulos contienen profecías escritas en diversos tiempos por Daniel; los seis primeros son una colección de relatos históricos escritos por otros". Spinoza, por su parte, sostenía que los capítu– los 8-12 habían sido escritos por Daniel, pero mantenía dudas respecto de los ante– riores, que consideraba extractos de los Anales del reino caldeo. La impugnación radical de la tesis tradicional tiene lugar a finales del s. XVIII y en el XIX. A partir de ahí comienza a situarse la fecha de confección de esta obra en la época macabea. Los argumentos aducidos son los siguientes: Externos: - El lugar que ocupa el libro de Daniel en el canon judío, entre los Escritos (Ketubim) y no entre los profetas (Nebiím), sugiere que la colección de libros proféticos estaba ya cerrada cuando apareció la obra. El silencio del Eclesiástico respecto de Daniel, a la hora de hacer el elogio de los grandes personajes de la historia bíblica, se interpreta también corno indi– cio del carácter posterior de la obra. Macabeos (l Mac 2,49-64 ), en cambio, sí nombra a Daniel entre los personajes ejemplares. Internos: - Históricos: A juzgar por el grado de conocimiento o desconocimiento que muestra tener de los diversos periodos históricos se extrae la impresión de que el autor escribe en tiempos de Antíoco IV Epífanes. Efectivamente, en tanto que las informaciones del periodo babilónico o persa son vagas, sumarias e imprecisas, las referentes al periodo griego, sobre todo al de los Tolomeos y Seleucidas, presentan mayor objetividad. Más con– cretas y perfiladas aún, aunque las presente bajo el ropaje literario de profecías, son las referidas al periodo de Antíoco IV; en tanto que la historia posterior vuelve a recuperar vaguedad y generalización. - Doctrinales: Unos cuantos elementos doctrinales no pueden explicarse si no es desde una datación reciente: el desarrollo de la angelología y el tema de la resurrección, el juicio final y las sanciones eternas son temas afines con la apocalíptica y, por tanto, muy posteriores. 25

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