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I. CARACTERISTICAS GENERALES l. UN LIBRO DIFICIL, PERO APASIONANTE Desde época inmemorial el libro de Daniel ha sido el texto preferido por grupos sectarios para calcular el fin del mundo, y condenar regímenes políticos calificados de demoníacos. También ha servido para entretenimiento de la imaginación y edifi– cación moralizante por sus relatos populares: el foso de los leones, el horno de fuego, el caso de Susana... Todo ello ha contribuido a una distorsión bastante generalizada en la lectura de esta obra, por lo demás de interpretación no evidente ni inmediata. Escrita en clave, hay que dar con ésta para captar su mensaje. Surgida en tiem– pos difíciles, responde a ese tipo de literatura semiclandestina, y por tanto subversi– va, que exige al lector un esfuerzo para transcender la letra, la anécdota. Sí, Daniel requiere esfuerzo; pero es una tarea que compensa. 2. ¿LIBRO PROFETICO O APOCALIPTICO? No es éste el único interrogante que plantea la obra. El autor, la composición, la estructura..., son otros tantos puntos debatidos, a veces apasionadamente, por los estudiosos de Daniel. Comenzamos por su identificación literaria porque supone deshacer un equívo– co, o al menos un tópico, bastante generalizado. Considerar el libro de Daniel como un escrito profético, y al autor como a uno de los profetas mayores, es una "creen– cia" muy extendida, y que encuentra su apoyo y origen, seguramente, en la ordena– ción de la Biblia griega (LXX), seguida por las otras versiones donde aparece a continuación de Ezequiel. Hoy las cosas se contemplan de otra manera. Atendiendo a elementos fonnales (lenguaje, estilo...) y de contenido, y teniendo presente el testimonio de la Biblia hebrea, que lo sitúa no entre los profetas (nebiim) sino entre los escritos (ketu– bim), entre Ester y Esdras-Nehernías, se ha concluido la no adscripción profética de Daniel. Se trataría de una obra apocalíptica. El equívoco pudo haber surgido fácilmente en una época en que profecía y apo– calíptica tendían a unirse, debido a algunas coincidencias temáticas y estilísticas. Con todo, la tradición griega no se desvió excesivamente al interpretar profética– mente el texto: en él se detectan, junto a elementos típicamente apocalípticos, ras– gos muy presentes en la profecía, tales corno anuncio y denuncia, apertura a la tras– cendencia y crítica histórica. 23