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dad literaria y teológica giró en tomo a la Escritura. en la que, según ellos. había cosas evidentes (nigelot) y cosas escondidas (nisterot). Explicitar las escondidas fue su tarea. para la que, por otra parte, se consideraban particulaimente llamados y capacitados carismáticamente. Para ello escriben sus propios libros bíblicos, sus comentarios, sus reglas, oraciones e himnos. La preocupación por la santidad les llevó a un complicado ritual de bautismo y purificaciones. así como a una intensa vida de piedad y oración, con renovaciones periódicas de la Alianza; incluso festejaban un anticipo de los nuevos tiempos en una liturgia celeste. El pensamiento mesiánico no parece uniforme, sino que se detecta una evolu– ción, constituida por los siguientes momentos: Un doble mesianismo: real (salido de Israel) sacerdotal (salido de Aarón) - Un mesías sacerdotal Un mesías davídico Tampoco su pensamiento escatológico está pe1fectamente establecido ya que el lenguaje utilizado aún no ha sido totalmente interpretado. Existe una clara esperan– za en la llegada del reino de Dios y en la aniquilación de los impíos. Por lo que se refiere a la esperanza de la vida futura, el pensamiento no está perfectamente defi– nido. Creían en la inmortalidad del alma, pero el terna de la resurrección -¿corpo– ral? ¿selectiva?- no parece perfectamente claro. En realidad, la creencia en la vida futura se traduce sobre todo en los textos, no tanto por la esperanza en la resurrec– ción, como por la aspiración a •'una especie de asunción en un cuerpo purificado y santificado". A partir del estadio lb, en la comunidad de Qumrán quizá haya que situar in– fluencias fariseas en su pensamiento doctrinal ("esenismo con matices fariseos" lo denomina J. T. Milik). Como también, en su estadio final debió abrirse a las in– fluencias celotas, lo que explicaría su destrucción por los ejércitos de Roma durante la primera guerra judía. 4. LA LITERATURA DE QUMRAN Se denomina así a la amplia producción literaria hallada en khirbeh Qumrán, y que ha supuesto un considerable .enriquecimiento para los estudios bíblicos y del judaísmo, al tiempo que ha contribuido a superar diez siglos de silencio en la histo– ria de los manuscritos de los textos veterotestamentarios. El abundante material descubierto en las once cuevas suele clasificarse de la siguiente manera: a) Textos hebreos y arameos de la Biblia Merecen reseñarse dos recensiones del texto del profeta Isaías; un rollo con sal– mos, en un orden distinto al del texto masorético, y con algunos que no figuran en 141
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